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Auditoría: ¡otra vez Lemus!

Con un cargo pendiente por aclarar por mil 200 millones de pesos que le aplicó la Auditoría Superior del Estado por irregularidades tan sólo en los tres primeros meses de su pasada administración, en 2015, ahora el presidente municipal de Zapopan, Jesús Pablo Lemus Navarro, fue evidenciado por la Auditoría Superior de la Federación por no comprobar el uso y destino de ¡904 millones 137 mil 538 pesos!

A diferencia de aquella ocasión cuando salió ante los medios de comunicación a rasgarse las vestiduras y gritar a los cuatro vientos que los cargos por mil 200 millones de pesos eran una venganza de quien en ese entonces ya no era titular de la ASEJ, Alonso Godoy Pelayo, ahora Lemus Navarro recurrió a la política del avestruz, se escondió de los medios y mandó por delante a su tesorera, Adriana Romo López, para que diera la cara y asegurara que todo estaba en regla, que no existía ninguna irregularidad y que la ASF ¡era la equivocada!

Incluso, Romo López no dudó en declarar: “Seguramente no alcanzaron a darle una revisada a nuestro tema, a nuestro caso…”. ¿De veras son tan irresponsables en la Auditoría Superior de la Federación como para hacer públicas las irregularidades e inconsistencias de los entes auditables que reciben recursos federales, como el Ayuntamiento de Zapopan, sin “alcanzar a darle una revisada” a las supuestas aclaraciones que les entregan quienes son objeto de las observaciones?

Igual sucedió con aquellos mil 200 millones de pesos de cargos –que ya no observaciones– que le aplicó la ASEJ, pues durante esa caricaturesca rueda de prensa y en reiteradas ocasiones después, Jesús Pablo y sus colaboradores juraban y perjuraban que habían aclarado todas las observaciones, que entregaron toda la documentación y que todo se trataba de una venganza, cuando la realidad lo evidenció y tuvo que entrar a su rescate la pasada Legislatura que, pasando por encima de la ley y con una argucia legaloide, regresó esa cuenta pública a la auditoría para darle tiempo a Lemus Navarro de tratar de rescatar los millones de pesos que le había perdonado a los fraccionadores y luego ajustar el papeleo necesario.

Hoy estamos en espera de que la Auditoría Superior del Estado concluya la faena y ratifique o no los cargos que se le impusieron a Jesús Pablo Lemus, y de no ratificarlos deberá explicar amplia y profundamente qué fue lo que sucedió. Pero, mientras tanto, el munícipe zapopano vuelve a las andadas y es objeto de los señalamientos de la Auditoría Superior de la Federación por las irregularidades que encontró en los recursos que la Federación le hizo llegar en 2017.

De acuerdo con lo publicado ayer por Reporte Índigo, en su documento de observaciones al Ayuntamiento de Zapopan la ASF es contundente y no da lugar a pensar que “quizás no alcanzaron a darle una revisada” al asunto, como lo creyó la tesorera Romo López. La auditoría asentó en su documento que Jesús Pablo Lemus “no presentó la documentación comprobatoria y justificativa del gasto que identifique los momentos contables de los pagos que permitiera ver los servicios realizados y los procesos de licitación, adjudicación, contratación y plazos de entregas de los bienes adquiridos con recursos de participaciones”.

En este renglón, el organismo federal se refiere a los pagos en materia de servicios profesionales y a la adquisición de materiales y suministros.

Otro punto donde la ASF encontró un cochinero en Zapopan fue en el rubro de plazas de funcionarios públicos, pues encontró pagos excesivos y los puestos no correspondieron a la plantilla autorizada para ese año. Encontró que se pagó un millón 39 mil 700 pesos a 13 personas cuyos puestos no fueron comprobados.

Así, pues, ahora es el gobierno federal el que descubrió las andanzas de Jesús Pablo Lemus.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I