Partidos: ni por cuál apostar

El Instituto Electoral y de Participación Ciudadana dio luz verde a la creación de 10 nuevos partidos estatales, muchos de los cuales seguramente se quedarán en el camino porque no lograrán refrendar el registro en los comicios de 2021. Será su debut y despedida.

La pregunta obligada es: ¿Jalisco requiere de más partidos políticos? ¿Los jaliscienses demandan, piden, más partidos políticos? Y las agrupaciones y asociaciones que cumplieron los requisitos para ser partidos políticos, ¿realmente representan una nueva oferta política para el electorado? ¿Qué los hace diferentes a los ya existentes, más allá del discurso desgastado de que serán diferentes a los que ya existen, que ellos sí trabajarán para la sociedad, que bla, bla, bla, bla….?

De los futuros 10 partidos políticos destacan cuatro por quienes los impulsan y están al frente de ellos, y quizás sean los más cuestionados porque no ofrecen nada nuevo bajo el sol, precisamente porque quienes los encabezan son viejos y nuevos políticos que cuyo antecedente inmediato es haber fracasado en los partidos de los que formaban parte o pretendían formar parte y que, ante la coyuntura, decidieron mejor crear el propio.

Estos cuatro son:

Confío. Agrupación impulsada por el ex priísta, ex perredista, ex convergencista, ex aspirante a ser morenista y recientemente ex candidato a la gubernatura por el Partido Verde, Salvador Cosío Gaona. Su salida o ruptura de todos esos partidos, salvo en el Verde Ecologista, fue en medio de disputas, diferencias y discusiones. Su propuesta y objetivo como partido político no pasa de ser buenas intenciones: atención a la seguridad, a la salud y al abastecimiento de agua potable. No hay nada que lo haga atractivo al electorado.

Hagamos. Agrupación encabezada por el –hasta donde se sabe– aún perredista, diputado local por la mancuerna PRD-Movimiento Ciudadano Enrique Velázquez, identificado como parte del Grupo Universidad que lidera Raúl Padilla López. Ignoramos si Hagamos será una nueva versión del PRD padillista o se asemejará al alfarismo con tendencia a la izquierda. No hay nada que lo haga diferente a lo que ha sido el perredismo bajo la batuta de Padilla López, y tampoco tiene nada que lo haga atractivo al electorado.

Montu. Movimiento (Nacional Tecnológico Universitario) encabezado por el –hasta donde se sabe– aún priísta Leobardo Alcalá Padilla y del que también forman parte los aún priístas Trinidad Padilla López y Patricia Retamoza. Todos ellos quedaron fuera de las candidaturas que el PRI repartió para 2018. Ignoro si el Montu será la versión priísta del padillismo y cuál sería su diferencia con Hagamos, cuando ambos tienen la misma raíz u origen: el Grupo Universidad. Se ignora cuál será su diferencia de los partidos ya existentes y de los que aprobó el IEPC, y no hay nada que lo haga atractivo al electorado.

Futuro. Agrupación integrada por jóvenes políticos que fracasaron como candidatos independientes en los pasados comicios de 2018 y cuya cabeza destacada es el ex diputado local y fallido candidato al Senado Pedro Kumamoto Aguilar. La novedad es que de cuestionar a los partidos políticos, de haberse integrado y presentado como una opción diferente a los partidos políticos, pero validando, justificando y promoviendo que no se les dejara de entregar recursos públicos, terminaron por rendirse en sólo tres años y decidieron fundar su propio partido para disfrutar de todas las prerrogativas de las que gozan. La diferencia con los demás partidos es que son caras nuevas, excepto Kumamoto, pero no ofrecen más que aspiraciones y buenas intenciones. No hay nada que lo haga atractivo al electorado, pues son una oferta contradictoria que lo único que ofrece es la novedad.

¿Por cuál apuestan?

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/i