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Demasiado bueno…

La vocación del político de carrera es hacer de cada solución un problema
Woody Allen

La bronca por la desaparición del Instituto Jalisciense de Atención a la Mujer (IJAM) fue mayúscula. Las activistas luchadoras por los derechos de la mujer, defensoras de las mujeres víctimas de violencia, organizaciones sociales dedicadas a esos fines, legisladoras y demás interesados en el tema se inconformaron por todas las vías posibles, litigando el asunto públicamente en medios de comunicación, manifestaciones, plantones, etc., amenazando, incluso, con una demanda de inconstitucionalidad ante los tribunales.

Tal vez ni el gobernador Enrique Alfaro ni sus asesores se esperaban una reacción tan intensa como la que provocó la decisión, tampoco que presentarían tan obcecada oposición hacia el nuevo esquema planteado por el mandatario: una Secretaría de Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres (SISEMH), que no sólo atendería los temas de género, sino que incorporaría también a los demás grupos vulnerables –personas con discapacidad, comunidades indígenas, migrantes, diversidad sexual y jóvenes–, que quedaron a la deriva al desaparecer las instancias que los atendían.

Ahora, por lo menos una parte de lo declarado en un principio por Alfaro se cumplirá: a la desaparición del IJAM, la instancia para atender los asuntos que tengan que ver con las jaliscienses será elevada a nivel de secretaría y no dependerá de ninguna coordinación, sino que acordará directamente con él. No es poca cosa. Falta ver si se cumple también la parte del presupuesto que presumió el mandatario y, de ser así, que explique de dónde obtendrá los recursos –ya de por sí escasos– para hacerlo.

Como sea, después del enfrentamiento que sostuvo el gobernador con todos, medios y periodistas incluidos, para defender su caprichosa decisión sobre el asunto, el cambio parece demasiado bueno para ser verdad. No importa si admitió la equivocación o no, tampoco las razones que finalmente lo llevaron a entrar en razón, lo relevante en este caso es que no disminuya el nivel de atención a los temas vinculados a las mujeres: igualdad, seguridad, atención a víctimas, etc.

El pleito federal

Por otro lado, es importante no perder de vista el pleito que trae el ciudadano presidente de la República contra las organizaciones de la sociedad civil (ONG). Ha declarado López Obrador abiertamente que no dará un centavo más a estas instancias para “evitar la corrupción”. Es cierto que muchos de estos organismos fueron creados por políticos –y personajes cercanos a ellos– sólo para tener acceso a grandes tajadas del presupuesto; sin embargo, también lo es que existen muchas que se conducen con honestidad y transparencia y con su trabajo complementan, y a veces sustituyen, el que debería hacer el propio gobierno federal.

Curarse en salud

Circula en redes sociales un documento –“confidencial”, dice– que instruye a las huestes de Morena sobre la logística a seguir para las visitas de AMLO a los estados, especialmente aquéllos gobernados por la oposición.

Indica puntualmente que convoquen a los grupos que reciben los apoyos entregados por el gobierno federal –como Jóvenes Construyendo el Futuro y Pensión para Adultos Mayores–. Destaca también que es OBLIGATORIO que todos lancen “sonidos y gritos de desaprobación (abucheos, silbatina, consignas partidistas, etc.)” durante la intervención del mandatario de oposición o su representante; asimismo, es igualmente OBLIGATORIO apoyar con “porras y manifestaciones de alegría (Es un honor estar con Obrador, López Obrador, López Obrador, etc.)” cuando se anuncie la intervención de Andrés Manuel López Obrador. No se sabe si el documento es real, pero así ha sucedido durante las giras presidenciales.

Es el uso eficiente de las clientelas con instructivo y todo, que nadie se llame a engaño, pues.

@BenitoMArteaga

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JJ/I