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Mujer: ¿Realidad o Cuota?

Hoy conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, una lucha inconclusa que aspira a la reformulación de la vida política, económica y social con miras hacia la igualdad. En este día es crucial alejarnos de los regalos y halagos, del consumo masivo e irracional. El reconocimiento de la mujer se expresa en la incidencia que se tiene en las decisiones públicas.

La evaluación de una política con perspectiva de género se refleja en el tipo de acuerdos concertados y no en el número de posiciones otorgadas. Si bien es importante involucrar a las mujeres en la vida pública, esto debe de suceder con una intención real de modificar las estructuras patriarcales y no desde una perspectiva de cuotas.

Utilizaré el caso de México para explicarme. La LXIV Legislatura presume un evento histórico, las mujeres obtuvieron 48.2 por ciento de las curules en la Cámara de Diputados, incluso se ha inscrito como “LXIC Legislatura de la paridad de género”. Visto desde una óptica internacional México se coloca en el cuarto lugar en porcentaje de participación femenina en las Asambleas del mundo.

De acuerdo a la clasificación de mujeres en parlamentos nacionales que ofrece la Inter-Parliamentary Union, México se coloca sólo por debajo de Rwanda, Cuba y Bolivia, mientras que supera a países como Suiza y Finlandia.  Sin embargo, es importante no encandilarnos con dicho panorama.

La evolución hacia la igualdad no radica en un sistema de cuotas en los que prevalece la lógica patriarcal, la participación de mujeres (y también de hombres) tiene que reflejarse en la toma de decisiones.

Aquí algunos ejemplos del fracaso de la presente administración. La frágil situación de las estancias infantiles, considerando que 70 por ciento del trabajo es realizado por mujeres y asimismo son espacios que en su mayoría benefician a mujeres en estado de vulnerabilidad.

La amenaza por terminar con los refugios para mujeres víctima de violencia, a pesar de ser un país en donde el 66.1 por ciento de las mujeres mayores a 15 años han enfrentado algún tipo de violencia. Cabe añadir que el programa para atención de cáncer cervicouterino, la segunda causa de muerte de mujeres en México, quedo fuera del presupuesto.

Como cereza de este pastel desigual resalta la ausencia de una mujer en el logotipo de la administración de la cuarta transformación. Para muchos es quizá un hecho simbólico, no obstante, una pieza angular de la igualdad es el reconocimiento histórico de la mujer.

Como México existen muchos otros ejemplos en los que la política de cuotas no garantiza un cambio en la política patriarcal. Este día obliga a la relectura de nuestra historia para resaltar el papel protagónico (aunque usualmente invisible) de las mujeres como seres con derechos, capacidades, virtudes y su carácter de lucha. En una de esas Miguel Hidalgo invita a Josefa Ortiz y a Leona Vicario al elenco de la carta transformación.

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JJ/I