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Quinto Patio

Más allá de los fines oficiales de la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Jalisco, los eventos que mantuvo tanto en Encarnación de Díaz (La Chona) como en Guadalajara se convirtieron en un ring en los que se enfrentaron simpatizantes y detractores del gobernador Enrique Alfaro Ramírez. Si en el round celebrado en Los Altos salió medianamente bien librado, con ovaciones y abucheos que se alternaron en igual medida durante su recibimiento y montones de aplausos durante su discurso, el K.O. le llegó a Alfaro Ramírez en la capital del estado, donde históricamente ha (¿había?) gozado de mayor popularidad.

Las persistentes rechiflas hicieron que el mensaje que emitió fuera breve y sin su característico tono impetuoso; pero eso quedó de lado ante la sorpresa que le supuso que, en medio de un discurso apaciguador, López Obrador invitó, por no decir que ordenó, que el mandatario estatal y su no tan amigo, el delegado federal Carlos Lomelí, se fundieran en un abrazo. Con una sonrisa forzada y cierta incomodidad, a Alfaro no le quedó de otra que aceptar. En redes sociales circula el video, para que lo constaten los interesados. Al parecer nadie le dijo que la Refundación no siempre es fácil y en sus términos. Más abrazos y menos grillazos, diría el sermón Amloviano

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Desde el lado Alfarista se festejó que el gobernador y López Obrador anunciaran que sacarán adelante a la entidad, “mediante diversas acciones de cooperación y proyectos en favor de Jalisco”, que asegura el gobierno estatal “permitirán resolver problemáticas en el campo, salud, educación y atender uno de los mayores reclamos de la sociedad, recuperar la paz y la tranquilidad de las familias”.

El discurso de Enrique Alfaro fue conciliador, sin bravuconerías. Y, bueno, AMLO refrendó su compromiso de concluir la Línea 3 del Tren Ligero. Esa reunión hace semanas en Palacio Nacional le bajó 20 rayitas a la tensión.

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Como salieron bastante cosas en la visita de AMLO, les contamos lo que no tuvo reflectores. Resulta que vino a Guadalajara una representación de las comunidades indígenas del norte de Jalisco (que no viven a la vuelta de la esquina), pues les prometieron que podrían hablar con el presidente; se presentaron en la Plaza La República y nadie les hizo caso. Están muy enojados y anunciaron que posiblemente convoquen a rueda de prensa para hoy o mañana para denunciar las omisiones del Gobierno Federal para resolver el problema de la falta de entrega de más de 10 mil hectáreas de Huajimic, en Nayarit, a favor de la comunidad de San Sebastián Teponahuaxtlán, en Jalisco.

La queja es que tienen ganados más de una docena de juicios y autoridades desde la época de Enrique Peña Nieto se han negado a ejecutar las sentencias. Al final de la administración pasada se comprometieron a entregar dinero para pagarle los ganaderos juicio por juicio, pero, ¿adivinen? No sucedió nada. Esta administración nomás no responde porque no hay dinero. Pero además los afectados sospechan que por ser integrantes del Congreso Nacional Indígena y por su adhesión a la denuncia de megaproyectos como el tren Maya eso significaría que los castigan. Consideran, incluso, que López Obrador no pretende apoyar a las comunidades indígenas. ¿Les pasará lo mismo que con Peña Nieto en su conflicto con ganaderos nayaritas?

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Cuando llega un presidente a cualquier ciudad o pueblo se mueven muchas cosas, que no siempre se advierten. Y como ejemplo les contamos que otra estampa de la visita de ayer es que el mandatario del país habló con opositores a la presa El Zapotillo, en su gira por Encarnación de Díaz, y les prometió escucharlos en una cita particular para abordar los datos con los cuales ellos pretenden cancelar el trasvase a León.

Los opositores le dijeron al presidente que la titular de la Conagua los escuchó pero está inclinada a favor de Guanajuato, entonces se va a abrir una cita pronto entre el Observatorio del Agua de Jalisco, coordinado por Juan Guillermo Márquez, y el presidente López Obrador. Hasta ahí va el agotador conflicto. La decisión sexenal sigue en el aire.

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da/i