Quinto Patio

Un punto destacable del Ayuntamiento de Zapopan es que cumplió la meta en la administración pasada de plantar un millón de árboles. Es tal la carencia de especímenes en la zona metropolitana y la persistente tala, que es menester reconocerlo. El otro cachete o ángulo es que el gobierno municipal no sabe con precisión en qué estado se hallan ni cuántos sobrevivieron. Los colocó fuera de la ciudad, en zonas rurales y forestales, y hasta ahí. El alcalde Pablo Lemus presumió la cifra, pero en los hechos se abandonaron las especies.

A Zapopan le sucedió lo que en administraciones federales, estatales y municipales: destacan que sembraron tantos y tantos árboles, sin darles seguimiento, sin atenderlos, sin conocerse la mortandad ni los beneficios que realmente se alcanzaron. Y el trabajo de reforestación suele terminar cercano al fracaso. La falta de personal y recursos, que no se previeron en el proyecto, echa al traste un trabajo masivo de plantación. Todo queda en la presunción de una cifra, en un acto político, pero no en una acción medible a favor del medio ambiente.

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Lo que bien se aprende no se olvida, y así la aplicaron los hermanos Rafael y Óscar Soltero, los hombres de más confianza del delegado Carlos Lomelí. Y es que como si se tratara de viejas prácticas del PRI –del que antes formaron parte ambos– llevaron acarreados (movilizados, les dicen), lonas, gorras de la asociación Creando Lazos de Bienestar (iniciales de Lomelí) a los eventos del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, este fin de semana.

Parece que la vieja escuela del tricolor les sentó bien y ahora la están aplicando con los morenos, ya que se vio a personas de ese movimiento en los dos eventos, en La Chona y Guadalajara. Obvio, echando porras a ya saben quién.

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Por más que el Ayuntamiento de Zapotlanejo intentó defenderse en un juicio contra un particular, perdió. El municipio fue sentenciado a pagar más de 6 millones de pesos a quien hace unos 30 años despojaron de un predio. El problema es que ese monto equivale a más de una quinta parte de los recursos de que dispone el Municipio para obra pública. En este caso hubo descuido de algunos gobiernos anteriores y, parece, también ventaja del particular, quien ya no aceptó el terreno de vuelta y, si se lo daban, lo quería urbanizado. Ahora al alcalde Héctor Álvarez no le queda más remedio que pagar.

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Ayer ocurrió una nueva matanza, como las que ocurren cada tercer día. Se registró en un tramo carretero de San Diego de Alejandría. La Fiscalía General no reveló si los dejaron ya muertos, con manos y pies atados, o si ahí los asesinaron. Como sea, el crimen organizado envía mensajes a sus adversarios, en grupos de a siete, cinco o cuatro cadáveres, o en escenas terroríficas mediante fracciones de pedazos de gente en bolsas o costales.

Y sucede que, pese a las alianzas de los niveles de gobierno, la carnicería sigue y la inhibición de los delitos no ha funcionado. Hay quienes piden paciencia y tiempo para mejorar resultados en seguridad, peeeeero, ¿como cuánto tiempo más?

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“No la vayas a cagar”, fue entre risas uno de los consejos que le dio Guillermo del Toro a uno de los ganadores de la primera beca Jenkins-Del Toro que otorgaron en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) las fundaciones Meryl Strip Jenkins y Universidad de Guadalajara, y el propio Del Toro a dos cineastas mexicanos. Ese mismo y sabio consejo le dio James Cameron cuando iniciaba una de sus películas.

La gastrointestinal recomendación del cineasta ganador del Oscar a mejor dirección en 2018 la puntualizó en su intervención dentro de la sala con su nombre en la Cineteca FICG. Lo escucharon decenas de jóvenes creadores que se arremolinaron afuera del Conjunto Santander de Artes Escénicas, donde disfrutan la edición 34 del festival. Del Toro es una de las estrellas más esperadas y estuvo en la sala con un actor también con fans, Diego Luna. Estudiantes de cine, tomen nota: “No la vayan a…”.

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JJ/I