Entender el pensamiento

La metacognición se ha convertido en una de las habilidades más importantes en una era donde cada día se multiplica el conocimiento. Se trata de la capacidad para comprender la manera como el pensamiento propio desarrolla la capacidad de aprendizaje y así hacer más eficiente la adquisición del conocimiento.

Ésta permite, con base en la experiencia personal, anticipar el actuar ante algún sentimiento, emoción, situación, problema o aprendizaje, que al hacer conciencia multiplica el efecto de adquisición y es aquí donde radica la importancia de desarrollar y estimular dicha habilidad.

Lo maravilloso de la metacognición es que también implica comprender las funciones cognitivas de otros y anticiparse a su manera de reaccionar; así, modifica la actividad social definiendo en gran parte la propia personalidad. Siempre se aprende, se adquiere experiencia, por lo tanto un buen educador, llámese maestro o padre, debe conocer el estilo de aprendizaje de sus hijos y sus alumnos para, haciendo uso de emociones y experiencias, lograr ser más eficaz en la construcción del aprendizaje y ya no sólo en la enseñanza.

Para lograr la metacognición se debe en primer lugar hacer consciente el momento en que se iniciará una etapa de aprendizaje para tener la disposición de tiempo, lugar, ambiente. Haciendo una analogía con el ejercicio físico en el gimnasio sería el darse cuenta de la necesidad de entrar a una zona de ejercitación con espacio, ambiente y duración necesaria.

Seleccionar las estrategias de aprendizaje según el área o asignatura sería como seleccionar el ejercicio adecuado para el músculo a desarrollar con las repeticiones y tensión justas. Autoevaluar el aprendizaje sería como mirarse al espejo para testificar el esfuerzo que se realiza en cada exacto movimiento. Evaluar el aprendizaje con mediciones exactas de la adquisición mediante desarrollo de productos, resolución de problemas complejos e incluso pruebas estandarizadas sería como medir el crecimiento muscular o la disminución de la grasa corporal.

Los estudiantes dejaron de ser receptores del conocimiento del maestro para volverse protagonistas de su propio aprendizaje, autónomos en el proceso mediante el aprendizaje en comunidad, con tecnología en informática y comunicación en redes y logrando la automotivación por los logros ante problemas complejos de la vida real que los llevan a dar significado a sus conocimientos. Generar la metacognición en un mundo donde lo único seguro es el cambio es una habilidad innata que se debe incrementar a temprana edad para hacer responsable del propio aprendizaje.