Degustan selección de Vinos Guanamé

Como parte de su estrategia de apertura de mercado y de posicionamiento de la marca, Vinos Guanamé llegó hasta las filas de Vinos América; el objetivo, presentar a la comunidad tapatía tres de sus más selectos vinos que, desde 2011, la empresa ha logrado posicionar y colocar en el mercado nacional, con singulares toques de calidad, que va desde la minuciosa cosecha de sus uvas, hasta los procesos y protocolos de fabricación y reposo.

Vinos América fue la sede de esta cata privada, en la que Alejandro Torres, director comercial de Vinos Guanamé, acompañado por su enólogo, Juan Machón, presentaron tres de las etiquetas de su bodega, que dicho sea de paso, se ubica en una zona no vinícola de México: Guanajuato. “Somos una bodega que nació en 2011, y que comercialmente iniciamos ya en 2013. Hoy estamos presentando tres de nuestros vinos, dos tintos y un rosado, cosechas 2016 y 2017”, explicó Alejandro Torres, responsable comercial de la marca.

La cata inició con la degustación de su vino rosado cosecha 2017, un vino con variedades de base merlot, malbec y tempranillo, que fue bien recibido por los más de 20 asistentes a esta degustación, quienes pudieron saborear los tonos de acidez con tintes de guayaba y frambuesa, además de sobresalir su tono salmón, único en su tipo.

Posteriormente vinieron los dos tintos. El primero de ellos fue Malbec, uno de los vinos consentidos de la casa, cuyo cuerpo y color despertaron el interés de los degustadores. El último en prueba fue Syrah, otro vino insignia de esta casa vitivinícola, que ofrece un color especial gracias a la cuidada cosecha y calidad de su uva.

Medallas internacionales

A sólo tres años de arrancar comercialmente, Alejandro Torres destacó la presencia y calidad que estos dos tintos de la casa han mostrado a nivel internacional. Apenas el año pasado, tanto el Malbec como su Syrah, concursaron en Londres en los Decanter World Wine Awards, antes una competencia de más de 16 mil etiquetas del todo el mundo. Ambos vinos Guanamé fueron acreedores a la medalla de bronce, un gran paso para una marca que abre camino por su calidad y cuidado.

La cata acabó por ser una interacción entre el enólogo y los comensales, exponiendo con detalle cada uno de los cuidados en sus viñedos, cultivo y cosecha, así como procesos, que han llevado a esta marca a distinciones de talla internacional.

JJ/I