Quinto Patio

Los jaliscienses tenemos un buen de años para pagar de nuestros bolsillos la deuda que, a favor de las finanzas del gobierno del estado, aprobaron los diputados del Congreso del Estado. En pesos y centavos significó que endeudar –no a la entidad sino a los que pagamos impuestos- por 5 mil 250 millones de pesos, y refinanciar los 19 mil millones de pesos de deuda actual a un plazo máximo de 25 años, conducirá a que desembolsemos, al final, el doble del capital por los intereses. De ese tamaño.

El endeudamiento lo avalaron este jueves 31 diputados locales de PAN, PRI, PT, PRD, PVEM y Movimiento Ciudadano (MC). El que pedía orilla por el crédito fue el naranja Salvador Caro Cabrera, y se notó, porque ni dejó hablar a todos los diputados de Morena, y dio por terminada la discusión. Los morenistas sorprendieron porque estaban bien preparados.

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A propósito de los diputados morenos, su coordinador Bruno Blancas reveló que les hicieron creer que la autorización de la deuda era sencilla, pero no fue así, y debieron votar en contra cuando la mayoría lo avaló. "Quieren hacer pensar que es sólo una deuda más para Jalisco, pero si hacemos la corrida financiera y el costo de servicio de deuda, nos da un total de más de 60 mil millones de pesos”, aclaró.

De los exWikis metidos en organizar el partido Futuro, Susana de la Rosa recuerda que hace seis años MC se oponía al endeudamiento del estado, “porque era solapar la ineptitud”. Lo declararon en rueda de prensa los entonces diputados locales encabezados por el hoy coordinador nacional naranja, Clemente Castañeda, al señalar que no aprobarían más deuda para Jalisco con el argumento de que “el PRI le llama ‘inversión pública productiva’ cuando en realidad es deuda”. Ahora, apunta De la Rosa, con sus aliados en el Congreso local, MC avaló endeudar a Jalisco más que el PRI. “Entonces, ¿qué fue lo que cambió?”, cuestiona. (Intuimos que no cree en la refundación alfarista).

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Aunque funcionarios federales y estatales acudieron al foro que se realizó ayer en Jalisco sobre el Plan Nacional de Desarrollo, el que no se apareció fue el delegado de programas sociales en la entidad, Carlos Lomelí Bolaños. En el presídium se había colocado una silla para él, pero como de seguro estaba muy ocupado completando el censo del bienestar, debieron retirar el asiento con todo y el letrerito que indicaba su lugar especial.

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Del macabro hallazgo de 20 cuerpos (que dicen en Ixtlahuacán de los Membrillos no fue en su municipio sino en El Salto), que no es más que uno de los escenarios de la violencia en México, justificó el secretario General de Gobierno, Enrique Ibarra Pedroza: “No hay por qué tener un estado de pánico o alerta, son lamentables acontecimientos que están sucediendo en diversas partes del país y tenemos que combatirlo”. Reconoció que el principal pendiente al corte de los primeros cien días de gobierno es en materia de seguridad y prometió que se harán todos los esfuerzos para por fin dar resultados tangibles. Uuuuuunaaaa promesa más.

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Una febril actividad ha desplegado el ex director del organismo de Cuenca Lerma Santiago Pacífico Raúl Antonio Iglesias Benítez, pues paga mensajes en Facebook para tratar de demostrarle a la opinión pública que fue un buen funcionario. La razón es muy simple: colectivos de derechos humanos que lo enfrentaron por el tema de la represa de El Zapotillo han denunciado su intención de regresar al cargo para el que consideran sólo defiende intereses de la gran empresa privatizadora de la cuenca del río Verde.

Hace apenas un mes se rumoró que Iglesias regresaba y eso motivó una fuerte acción en redes sociales por parte de los colectivos opuestos a su retorno. Parece que la campaña de Iglesias demuestra que no estaban tan errados, pues es evidente que le preocupa su imagen pública. Sin embargo, no ha habido alusión a la responsabilidad que le señaló hace seis años la contraloría de la Federación por decenas de millones de pesos en contratos que el entonces funcionario asignó… a empresas de su familia.

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JJ/I