INICIO > ZMG
A-  | A  | A+

El Siapa, los claroscuros de una transformación

Más demanda. El Siapa afrontará en los siguientes años el desafío de incorporar alrededor de 600 mil usuarios. (Foto: Grisel Pajarito)

En 2013, se buscó transformar el Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (Siapa), empresa que había sido reincorporada al gobierno del estado después de un sexenio para el olvido como organismo intermunicipal. Entre los cambios, se decidió caminar a una tarifa de “precio real”, es decir, que el consumidor pagara lo que costaba la producción de agua.

Los resultados son agridulces. Todavía en 2018 se dejó de cobrar a los consumidores finales arriba de 500 millones de pesos, lo que hace que el camino a la sustentabilidad se alargue.

Pero el informe del último año arroja más datos para tener idea de cómo evoluciona el organismo. Por ejemplo, ese informe nos indica que en el año se extrajeron 240 millones 641 mil 698 metros cúbicos (m3) de las fuentes de abastecimiento; que se potabilizaron 240 millones 11 mil 22 m3; que la inversión en productos químicos para la  potabilización fue de 86 millones 592 mil 923 pesos, y que hubo un pago global en energía eléctrica de 628 millones 416 mil 906 pesos, para consumir 286 millones 542 mil 537 kilowatts hora, a 2.19 pesos por cada KWH.

El tema del consumo eléctrico preocupa porque no ha cesado de aumentar. En 2017 se invirtieron 495 millones 990 mil 485 pesos para 269 millones 272 mil 525 KWH, a 1.84 pesos por KWH; en 2016, fueron 410 millones 608 mil 11 pesos por 272 millones 995 mil 642 KWH, a 1.50 pesos por KWH. Esto indica que no es el consumo, sino el precio de la electricidad, el que está encareciendo el proceso.

Otra ventana de oportunidad es comercializar el agua residual. Pero se comercializa de un volumen ínfimo. Si se considera que se trataron más de 185 millones de m3, el volumen de apenas 400 mil 671 m3 en 2018 no alcanza ni el cuarto de un punto porcentual. Y en este aspecto de reusar el agua para alcanzar la sostenibilidad, el Siapa sale ampliamente reprobado.

El crecimiento en cuentas nuevas es modesto: 15 mil 870 en 2018, es decir, apenas 1.3 por ciento, pero es el promedio relativo que se logró año con año. Del total de cuentas de usuarios del Siapa, 445 mil 757 cuentas corresponden al municipio de Guadalajara; 184 mil 577 cuentas a Tonalá; 407 mil 827 cuentas para Zapopan y 184 mil 577 corresponden a Tlaquepaque. El gran total es de un millón 201 mil 959 cuentas en los cuatros municipios. La población atendida es de cuatro millones 180 mil personas, en números redondos.

El Siapa afrontará en los siguientes años el desafío de incorporar alrededor de 600 mil usuarios, unas 130 mil cuentas más, del municipio de Tlajomulco, esto es, casi 125 mil m3 extra al día, lo que obligará a surtir por arriba de un millón de m3 al día. En ese sentido, será decisivo dar un incremento del agua que hay que abastecer a la metrópolis, o bien, mejorar sus usos. En el primer sentido, se espera que la represa derivadora de El Purgatorio entregue de tres mil a cinco mil litros por segundo de agua extra en un plazo medio, antes del final de este gobierno naciente. En cuanto a los pozos, se les ha mejorado la infraestructura para aumentar los caudales de extracción, pero se busca que se controlen mejor los acuíferos de Atemajac y Toluquilla, donde el Siapa posee menos de 200 de casi dos mil concesiones, bajo la premisa de la prioridad del uso público urbano.

 

MÁS EFICIENCIA

Un capítulo que hay que mejorar es el de la eficiencia del agua disponible: pasa por no usar agua potable de primera calidad más que en los procesos en que sea exigible, es decir, el uso directo humano. El agua para descargar sanitarios, para jardines o para lavado de máquinas y autos puede ser de calidad inferior. Tendría que aumentarse el agua de reuso, y establecerse infraestructura para incorporar la lluvia como un elemento de abastecimiento y sostenibilidad y no como el factor de desastres que es ahora. En todos estos terrenos, el atraso del organismo es casi completo.

Un recuento de los usos dispendiosos a eliminar, de acuerdo al plan de prevención de sequías en Guadalajara que publicó en 2015 el organismo de cuenca del río Santiago de la comisión Nacional del Agua son:

Industria: plantas generadoras de energía eléctrica, refinerías, limpieza, torres de enfriamiento, agua de proceso, industria química, manufactura de pulpa, manufactura de papel y cartón, industria textil, industria de la construcción. Usos urbanos: lavado de autos, lavado de camiones de basura, lavado de calles y banquetas, bomberos-cisternas para control de incendios, baños públicos, WC y mingitorios, fuentes ornamentales, mantenimiento de caminos (base hidráulica), elementos precolados de concreto, supresión de polvo.

Medio ambiente y uso recreativo: mantenimiento de humedales, gasto ecológico en ríos de bajo flujo, lagos, lagunas, estanques, nieve artificial, riego de parques y jardines, camellones, campos de golf y cementerios.

Beneficios ambientales: sustituir volúmenes de agua potable por agua residual en actividades que así lo permitan. Beneficios económicos: agua de bajo costo, que representa mayores ingresos para organismo operador, y dejar libre agua potable para el desarrollo de las comunidades humanas.

JJ/I