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Periodismo y periodistas en la mira

Los hechos son contundentes y no hay manera de sacarles la vuelta. Los medios de comunicación local, específicamente los relacionados con el periodismo y los periodistas, se encuentran en la mira de los tapatíos. En las semanas recientes cuatro eventos han obligado a la opinión pública a enfocar su mirada sobre diversos temas que afectan la práctica del periodismo y la comunicación mediática en Jalisco:

1. El boicot a la campaña de suscripciones de NTR Guadalajara; 2. La inclusión en la programación de las radiodifusoras del Sistema Jalisciense de Radio y Televisión de los noticieros de conductores insignia de Televisa; 3. El otorgamiento del Premio Despertador Americano por Trayectoria Periodística a conocido funcionario estatal, y 4. La extinción de la edición Jalisco del diario La Jornada.

En el primer caso, la versión que circuló profusamente en los mentideros y en las redes sociales era que la embestida hacia NTR Guadalajara provenía de las mismas entrañas del gobierno estatal. La empresa reaccionó impulsando en las redes el hashtag #NoNosCallarán y publicando en su portada, durante varios días, la censura de la que eran objeto. Finalmente el dispositivo de boicot fue desactivado.

En el segundo tema también resulta inmiscuido el gobierno estatal, solamente que en este caso en el papel de protagonista. En efecto, la decisión de su nuevo director Alberto Mora Martín del Campo de sustituir varios productos de su barra programática por los noticieros que difunde Radio Fórmula, entre ellos la de los conductores insignia del Canal de las Estrellas: Joaquín López Dóriga y Carlos Loret de Mola, mediante un convenio plagado de claroscuros, y en lo que solamente queda claro que quienes dirigen el sistema de comunicación estatal no acaban de entender que el principal compromiso de los medios públicos es satisfacer el derecho de las audiencias a una información plural y productos culturales de calidad. La respuesta ha sido contundente. Desde hace días impulsada por la Amedi Jalisco circula en la plataforma Change.org el rechazo a la transmisión de los mencionados programas.

Por otra parte, el anuncio de que Javier Hurtado recibiría de los organizadores del Premio Jalisco de Periodismo la presea Despertador Americano suscitó una viva polémica en las redes sociales, en las cuales diversos periodistas manifestaron su desacuerdo. La principal impugnación es que el premiado no es periodista, sino funcionario estatal y académico universitario. Y en eso tienen razón.

En efecto, utilizar un género periodístico, como la columna o el artículo de opinión, para difundir las propias ideas no te convierte en “periodista”. PERIODISTA con mayúsculas es el que vive de la profesión, el que se mantiene de ella, el que ha ejercido las diversas facetas del oficio informativo, como fue el caso de Ildefonso Loza Márquez y Mario Hernández, entre otros, que lo obtuvieron con toda legitimidad.

Sobre la extinción de la edición local de La Jornada hay poco que decir. Desde sus inicios el diario despertó fuertes reticencias entre los usuarios habituales a la edición nacional. Había cosas que no encajaban. Con el paso del tiempo se fue haciendo cada vez más evidente su proclividad para alinearse con poderes fácticos y los gobiernos en turno. Era tal su descrédito informativo que entre los lectores de diarios se le rebautizó como La meJor-nada.

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