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Lo más difícil: saber para qué se es bueno

PROFESIONISTA. Los padres y amigos influyen en la elección de la carrera.

Aunque lo más difícil es conocer las habilidades para elegir la profesión adecuada, muchos ya saben qué carrera elegir, y aunque el test de orientación vocacional o la plática con un especialista indiquen otra carrera, la decisión está prácticamente tomada.

Generalmente los papás y los amigos tienen un peso importante en esa elección, así que hay que saber distinguir entre lo que la familia quisiera para el joven, seguir a los amigos o estar donde le gustaría estudiar al alumno.

“Muchas veces nos dicen: ‘es que mi papá o mi mamá me dicen que es esta carrera la que quiere que estudie y no hallo de qué manera yo decirle que yo quiero estudiar esta otra, que es muy diferente’”, citó como ejemplo Norma Lilia del Toro Torres, orientadora vocacional en la Preparatoria 7 de la Universidad de Guadalajara.

En esa situación lo recomendable es buscar datos de la profesión que desea el estudiante, saber el perfil, su campo de trabajo y al hablar con sus padres, ellos notarán que se trata de una decisión madura e informada.

Hay quienes no sabían que existen ciertas carreras, pero las conocieron en el proceso de orientación. La información básica es saber las distintas opciones, qué habilidades requieren, opciones de maestría y saber el campo laboral, porque hay muchos egresados pero pocas oportunidades.

Sin embargo, son pocos los muchachos que cambian de opinión sobre su carrera luego de hacer la prueba de habilidades.

“En primera instancia es que los chicos a veces no ubican cuáles son sus habilidades y cuáles son sus intereses para entrar a una carrera; regularmente el papá es el que está al pendiente de esta parte en donde el papá tiene ciertas expectativas del alumno, de su hijo, y entonces le puede dar a conocer algunas de las carreras que a él le gustaría que estudiara”.

Es común que los padres vean ciertas habilidades en sus hijos, tales como administración o que se inclinan por el dibujo, entonces sugieren una carrera.

Hay casos en los que el chico no sabe qué es lo que quiere, porque hay dificultades en casa que, incluso, a veces le hacen dudar de sus habilidades; cuando eso sucede la escuela los canaliza a una asesoría psicológica que los ayuda a clarificar sus intereses.

Actualmente hay mucha información, las universidades privadas aplican pruebas para que los alumnos profundicen en el tema; sin embargo, es común que el estudiante espere a que el orientador facilite la búsqueda.

Desde el 2015 la Secretaría de Educación Pública advirtió que la orientación vocacional no está siendo atendida efectiva e integralmente, según el Consejo Nacional de Autoridades Educativas-Capítulo EMS (Educación Media Superior).

 

HJ/I