INICIO > ZMG
A-  | A  | A+

El negocio de la nostalgia en peligro por evolución

DE TODO. La oferta en el Trocadero es muy completa y atiende a todos los gustos. (Foto: Mónika Neufeld)

Cada objeto contiene implícito un pedazo de historia, de recuerdos que se instalan en la memoria para significar un paisaje personal a lo largo de los años. El bazar el Trocadero representa esa tierra de nostalgia, en un universo donde lo viejo cobra nuevas lecturas y se vuelve valioso.

Este oasis para los amantes de las antigüedades, y para los coleccionistas, comenzó a escribir su historia el 7 de enero de 1996 en la Plaza de la República, con apenas 40 comerciantes que le apostaron a compartir sus aficiones.

Los antecedentes del Trocadero vienen del Bazar Collignon, que se ubicaba en la calle Bernardo de Balbuena, a unos metros del actual tianguis. El sitio se popularizó y tuvo tanto éxito a mediados de los años 90, por lo que el espacio pronto se hizo insuficiente y un grupo de coleccionistas pidió permiso al Ayuntamiento de Guadalajara para formalizar la venta en un espacio más amplio, rememoró Lupita Mendoza, una de las fundadoras.

“Queríamos que mucha más gente compartiera nuestro gusto, que esto se convirtiera en una especie de museo y pudiera ver muebles, pinturas, esculturas, chácharas, nos costó algo de trabajo al principio, pero véalo ahora”, presumió.  

Ahora, el ejército de anticuarios se incrementó a casi 200 integrantes y vende cualquier cantidad de objetos, que para algunos podrían considerarse en desuso o hasta material para la basura. Aquí todo se vende y tiene precio, desde los 5 hasta miles de pesos que pueden comprar antiguas corcholatas de refresco, pines, botellas, juguetes, muebles, obras de arte, teléfonos, libros, gobelinos, revistas, diversos artículos de ornato, pajareras, espejos, marcos, máquinas de coser y escribir, figuras de acción, joyas, lámparas, billetes, monedas, timbres, bolsas, discos de vinilo… la lista parece no terminar.

A pesar de su popularidad, el Trocadero enfrenta algunas amenazas, desde el comercio electrónico, dificultades con la movilidad, falta de accesos universales y de estacionamientos, la delincuencia, hasta las regulaciones actuales del Ayuntamiento de Guadalajara, que no se ajustan al formato del bazar, que es al mismo tiempo una especie de tianguis, abundó José Luis Montiel, uno de los comerciantes.

“Hay una errónea interpretación del reglamento de algunos funcionarios del ayuntamiento que podría afectar gravemente la continuidad de este espacio, me refiero al artículo 103 del reglamento de Guadalajara que está hecho expreso para los puestos de la calle y no para nosotros (…), estamos en un limbo jurídico entre lo que es tianguis y espacio abierto, esto aunque reconocido como un tianguis, en realidad no lo es”, argumentó Montiel.

A pesar de los conflictos, por sus pasillos del Trocadero se escucha el regateo, la disposición del cliente a ser seducido por un pedazo de historia, que ya ha compartido otros escenarios. Para don Jorge Arias, la visita a este tianguis de antigüedades es frecuente, busca muebles, a veces, revistas viejas y discos de acetato en otras ocasiones.

“Me distrae venir al Trocadero, pero también encuentro pequeños tesoros que no podría localizar en ninguna tienda”, expresó el hombre de cabello platinado.

Socorro Gutiérrez, pasó ayer algunas horas en este espacio y encontró un par de muñecas viejas que decidió llevar a casa. “Había venido un par de veces, no soy cliente frecuente, pero me da gusto ver que aquí se encuentra de todo”, completó la mujer.

A lo largo del bazar, la constante es el olor a nostalgia, que incluso está de moda entre los jóvenes. Desde hace un par de años a la fecha, la tendencia vintage y retro, pero también esta idea de reutilizar ha generado mayor interés entre los tapatíos, quienes no dejan de poner su mirada en el Trocadero.

“Antes veías a mucho viejo por aquí, pero ahora hay de todo, niños que vienen a buscar juguetes de Star Wars o de Batman, jóvenes que quieren conseguir muebles vintage en buenos precios, hay de todo y para todos los bolsillos”, relató Alma Arias Hernández, una de las fundadoras del bazar.

Andrés Torres es uno de los comerciantes más jóvenes del Trocadero. Apenas tiene seis meses con su puesto de juguetes antiguos, pero su visita a este espacio comenzó desde hace 15 años, como comprador.

“Siempre venía a ver, a comprar, siempre me llamó la atención como coleccionista, pero una cosa me llevó a otra, empecé a vender también, a cambiar y ya tengo medio año como vendedor y creo que el Trocadero ya es un referente en la ciudad si quieres conseguir antigüedades o cualquier objeto de colección, aquí lo encuentras”, expresó Andrés, quien atesora carritos de lámina.

La sal y la pimienta de estos bazares radican en perder y ganar todo el tiempo. A veces se compra un artículo a un bajo precio que es muy cotizado en el mercado, pero puede suceder todo lo contrario y terminar defraudado con una imitación, por eso hay que preguntar a los expertos, saber que una antigüedad debe tener al menos 75 años de existencia y que los artículos más jóvenes, que son de colección, se les llama de segunda mano.

Hay que estar atento a lo que se busca, siempre conseguir el precio justo y no desistir hasta obtener el mejor trato, pero no sin antes preguntar a los anticuarios más expertos.


“Queríamos que mucha más gente compartiera nuestro gusto, que esto se convirtiera en una especie de museo y pudiera ver muebles, pinturas, esculturas, chácharas, nos costó algo de trabajo al principio, pero véalo ahora”
Lupita Mendoza, fundadora

“Hay una errónea interpretación del reglamento de algunos funcionarios del ayuntamiento que podría afectar gravemente la continuidad de este espacio, me refiero al artículo 103 del reglamento de Guadalajara que está hecho expreso para los puestos de la calle y no para nosotros”
José Luis Montiel, comerciante

“Antes veías a mucho viejo por aquí, pero ahora hay de todo, niños que vienen a buscar juguetes de Star Wars o de Batman, jóvenes que quieren conseguir muebles vintage en buenos precios, hay de todo y para todos los bolsillos”
Alma Arias Hernández, fundadora


En cifras:

200 integrantes tiene el bazar

75 años debe tener un objeto para ser considerado antigüedad

40 comerciantes iniciaron el Trocadero


Dato

El artículo 103 del reglamento para el Funcionamiento de Giros Comerciales, Industriales y de Prestación de Servicios en el Municipio de Guadalajara contempla cinco requisitos para los puestos instalados en la vía pública.

 

DN/I