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La fe después del antiguo Egipto

OBJETOS. Estatuas y documentos forman parte de la colección, que reflexiona sobre el camino de la fe a través de los siglos. (Foto: Notimex)

La muestra Egipto: la fe después de los faraones, en el Museo Británico, invita a reflexionar sobre qué pasó con la religión después de los antiguos reyes, en un país dominado a través de los siglos por el judaísmo, el cristianismo y finalmente el islam.

Egipto: la fe después de los faraones presenta por primera vez textos completos de la Biblia, el Nuevo Testamento y el Corán que fueron escritos en perfecto hebreo, griego y árabe.

Estos relevantes manuscritos que han sobrevivido al paso de los siglos -la Biblia cristiana data del siglo cuarto después de Cristo (d.C.) y el Corán del siglo 9 ó 10 d.C.-, son una muestra de la relación que existió entre religiones y su práctica cotidiana.

El Nuevo Testamento es parte del Códice Sinaítico (siglo 4 d.C.) que es la Biblia más antigua del mundo, propiedad de la British Library, y que fue prestada para esta exhibición.

La exposición es en sí misma una lección de historia que hace recordar que Egipto formó parte del Imperio Romano tras la muerte de Marco Antonio y Cleopatra en el siglo 30 a.C., y continúa hasta 1171 d.C., cuando la dinastía Islámica Fatimí llegó a su fin.

Muestra a Egipto más allá de sus pirámides y momias, es un recorrido a través de 200 objetos que narran el paso de la religión politeísta a una monoteísta a lo largo de mil 200 años.

Además de los sorprendentes manuscritos religiosos se encuentran tres broches perfectamente conservados (del siglo 9 ó 10) que muestran los símbolos del judaísmo, cristianismo y el islam -la menora, la cruz y la escritura arábiga, de manera respectiva-.

Egipto: la fe después de los faraones comprime la llegada del Imperio Romano, la conversión de la población egipcia al cristianismo, la persecución de los judíos y no cristianos y la expansión de los califatos en 632 d.C.

Entre las reliquias, se encuentran dioses vestidos de emperadores, como Horus, deidad celeste en forma de halcón que después de la conquista romana fue representado con una armadura y una capa de general.

Una pieza central de la muestra es un papiro del emperador Claudio dirigido a la población de Alejandría, en el que pide que no sea adorado como un dios, y que se respete el estatus de los judíos.

Entre los objetos se puede apreciar, bajo una luz tenue, está un papiro de 200 ó 225 d.C de una colección que contiene los hechizos y curas mágicas para la locura y el deseo escritos en griego y hebreo en tinta negra y roja.

La llegada del cristianismo se puede apreciar en una par de cortinas perfectamente conservadas (siglo 6 ó 7 d.C) con motivos religiosos que probablemente pertenecieron a un templo.

Otra pieza emblemática es la del busto del emperador romano Germánico, ícono de esta exposición, que tiene una cruz en la frente que fue tallada con la llegada del cristianismo, y cuya nariz y oreja fueron mutiladas.

La exposición concluye con una parte de los 200 mil textos de la religión judía que sobrevivieron gracias a que fueron resguardados en la Sinagoga de Ben Ezra en El Cairo.

Los manuscritos reflejan una comunidad judía próspera con vínculos desde España hasta India, y contienen evidencia de cómo era la vida de los judíos en El Cairo de la época medieval.

La muestra refleja que las religiones transformaron la vida cotidiana, pero también el paisaje.

Los antiguos monumentos egipcios fueron destruidos, reemplazados y rehusados de distintas maneras: templos convertidos en iglesias, e iglesias convertidas en mezquitas.

Cifra

200 mil textos de la religión judía integran la exposición

 

HJ/I