INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

El oscuro ritual para el espíritu

Ritual spirit

Massive Attack

La reiteración como generadora de estados hipnóticos, los ambientes espaciosos, el murmullo como vehículo de mensajes incendiarios, son parte de las virtudes que Massive Attack ha consolidado a lo largo del tiempo. El jueves se dieron a conocer las primeras cuatro canciones que terminan con seis años de silencio discográfico. La buena noticia es que en la primavera habrá una nueva entrega y a final de año se prevé la publicación de un álbum. El adelanto denominado Ritual spirit es una muestra de una electrónica que se rige por sus propias reglas, tanto Roots manuva como Ritual spirit son piezas con una deconstrucción del trip hop, son minimalistas, pero conservan su estilo lisérgico, mientras Voodo in my blood los acerca al dance y el cierre con Take it ther, que cuenta con la colaboración de Tricky, es lo más cercano a su sello trip hopero. Quedan ganas de más. #bigshot.

Vive

Napoleón

Hay que celebrar que un cantautor como Napoleón intente renovarse, pero hay que reprobar que se quede en el intento. En este disco le hizo arreglos nuevos a varios de sus éxitos como Ella se llamaba Martha y Leña verde, a las que incorporó arreglos de cuerdas, pero les dejó sonidos ochenteros que suenan viejos, sin sofisticación. José María Napoleón invitó a Mon Laferte en Celos y dejó que incluso fuera más protagonista que él, quizá es de lo mejor de la larga lista de 16 canciones que se incluyen en este disco. Muy ochentera suena Pajarillo con el vocalista de Enjambre, José Navejas. Yuri participa en Deja, que se ahoga en innecesarios malabares vocales. Varios temas suenan como si fueran cantados sobre una pista y se les hace el honor que merecen. #fail.

Adore life

Savages

Hay una parte de esta banda liderada por la vocalista Jehnny Beth, que me recuerda a la etapa punk de Blondie (Evil), ciertos temas me hacen pensar en la etapa más oscura de Siouxie and the Banshees (Sad person, Slowing down the world) y el tema The answer recoge un suspiro de Elástica. Que le suenen todas las influencias a Savages no resulta tan malo, porque en el bajeo Ayse Hassan descansa todo el sonido post punk del álbum y en la actitud de Beth, una evocación a lo mejor del género de los 80, pero tiene una muy torcida frescura inexplicable. Todo Adore life es una serie de reclamos de desamor, pesadumbre, tristeza y alteraciones emocionales, vamos, es un disco para estos tiempos. Recomiendo Surrender y I need something new que se desata en la letra: “Necesito algo nuevo en mis oídos”. Ésta es una buena opción. #good.

SENCILLOS

Desde esa noche

Thalía

Ni con el mejor productor del mundo se le quita lo populachero a Thalía, aunque se debe reconocer que es congruente en toda su trayectoria, siempre ha sido así. Este tema, junto a Maluma, parte de la estética del reggaetón, tan popular en Estados Unidos (el tema está pensado en ese mercado). Agrega elementos de vallenato y trompetas, que es como se entiende lo mexicano en Estados Unidos, recuerdan al estilo de lo hiphoperos Akwid. No es malo ni bueno. Thalía en su jugo. #rico.

Sólo yo

Sofía Reyes

El fenómeno generado con dos canciones por Sofía Reyes es signo de los tiempos, del poder de Internet. Después de mostrar su lado dance, la cantante mexicana presenta una balada con aires de R&B a lado de Prince Royce que está llamada a ser un éxito. Es sencilla, melancólica, está bien cantada, con los momentos emocionales medidos. Tiene aires al pop americano de finales de los 80, pero resuelto de una manera seductora. #buenaza

@WhoIsFranco