5 de mayo, hacia una nueva cultura de la transparencia

Gobierno abierto, transparencia proactiva y participación ciudadana son los nuevos conceptos que conforman el nuevo paradigma de la transparencia que estarán vigentes el próximo 5 de mayo, al operar los lineamientos del Sistema Nacional de Transparencia (SNT) y las disposiciones de la Ley General de Transparencia e Información Pública.

Esto supone un cambio en al ámbito político y gubernamental respecto a cómo se concibe la transparencia, se reduce la opacidad y es un instrumento en la lucha contra la corrupción.

La corrupción es actualmente uno de los principales problemas que afectan la vida de los ciudadanos a nivel mundial. En México existe una gran crisis de confianza en los funcionarios.

Ahora bien, un gobierno abierto se basa en la cultura de la transparencia, colaboración, participación y rendición de cuentas para permitir la creación de emprendimiento y solución a retos públicos que promuevan el desarrollo. Con ayuda de las nuevas tecnologías se crean cambios trascendentes y oportunidades para lograr la inclusión social, la mejora de servicios públicos y el combate a la impunidad.

Estos pilares permiten a los distintos órdenes de gobierno, en unión con la sociedad civil organizada, asumir los compromisos de un gobierno centrado en los ciudadanos, el diseño de un presupuesto abierto y participativo y el empoderamiento y participación ciudadana, teniendo como principios la transparencia y acceso a la información, la rendición de cuentas y el uso de tecnologías de la información.

La nueva ley posibilita la construcción de gobiernos abiertos. La colaboración entre gobernados y gobernantes da sentido al ejercicio del poder público.

Con base en lo anterior, la transparencia proactiva se basa en la utilización de técnicas cuantitativas y cualitativas para determinar de forma detallada el tipo de información que la sociedad requiere, solicita y demanda. No hay que esperar las solicitudes, sino identificar la información que la sociedad necesita.

La visión de la transparencia proactiva es que la sociedad posea información organizada que permita desarrollar actividades y participación en la búsqueda de rendición de cuentas y beneficios en su vida diaria.

Así, en la nueva ley se establece poner a la disposición pública toda la información sobre el ejercicio del poder público. Por eso, en este nuevo escenario, de gobierno abierto, la información no es ya un fin en sí misma, es sólo un insumo.

Si observamos los lineamientos del sistema nacional de información, veremos que estos tienden a la creación de una nueva cultura de la administración de la información, donde la medición y evaluación de la transparencia no se centra en la cantidad de solicitudes, sino en las estrategias y acciones tendientes a la transparencia proactiva, como por ejemplo en los sitios de Internet.

En resumen, podemos concluir que los países con mayor participación ciudadana, con mayor integridad en sus habitantes, con sistemas para acabar con la impunidad, con mayor transparencia proactiva, y con trayectoria recorrida en temas de transparencia tienen gobiernos más abiertos.

La pregunta que subyace es: ¿están preparados los sujetos obligados con el paradigma de la nueva cultura de la transparencia que ya se avecina?

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