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Morante, con el viento en contra

SIN FORTUNA. De la Puebla pechó con dos en juego de la lidia ordinaria con nulas opciones (Foto: Especial)

La penúltima fecha para el maestro Morante de la Puebla en su tierra, Sevilla, fue una de las peores tardes para el artista ibérico en lo que va de esta feria en La Maestranza. Imposibilitado con un pésimo lote de la ganadería de Jandilla, Morante no logró ni la mínima parte de lo que es capaz de hacer.

De la Puebla pechó con dos en juego de la lidia ordinaria con nulas opciones. El primero de la tarde tuvo que ser devuelto por sus condiciones de debilidad, aunque sí lo recibió con sentidas verónicas que pronto conectaron con la afición sevillana. El sobrero que vino a ocupar el lugar de este primero, fue de nulas condiciones con la muleta; agarrado al piso y sin mayor intención de bravura. El sevillano se vio obligado a abreviar su faena, para acabar con la vida de éste intrascendente de pinchazo y entera en sitio.

Con su segundo fue el mismo tenor; Morante sólo lució en esporádicos instantes con el capote, pero ya en el último tercio, nada pudo hacer y acabó en el mismo sentido que con el que abrió plaza. El sevillano aún tiene una fecha más guardada este viernes, en la que tiene la posibilidad de sacarse la espina de esta amarga tarde.

Por su parte tanto Diego Urdiales como López Simón, también se fueron sin tocar pelo. Este primero tuvo destellos con su primero con la muleta, pero sin poder ligar tandas que calaran hondo en el público. Mató de senda estocada, para recibir las palmas. Con su segundo no trascendió, pues las condiciones de su toro no permitieron que Urdiales triunfara, como lo venía buscando en ésta, su última tarde en esta feria de Sevilla 2016.

Para López Simón hubo mejor suerte. Con el primero de su turno, el español logró emocionar con tandas de derechazos con muleta al inicio de su faena; templado y con goce de relajación, el joven coleta transmitió en el tendido, que de inmediato se batió en palmas reconociendo su labor. Valiente y pisando terrenos sumamente complicados, Simón logró fabricar una faena de mucha importancia y mérito, aunque le fue negada la oreja, a pesar de matar en todo lo alto y de que la afición pidió el trofeo. El público le premió con una vuelta al ruedo.

 

HJ/I