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‘Maquillado’, el desabasto del agua

ARCEDIANO. La presa en este sitio fue descartada tras un largo proceso. (Foto: Grisel Pajarito)

El déficit actual de agua para abastecer a la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) sería mayor que el que admite la Comisión Estatal del Agua (CEA), pues se trata de la misma cifra que la dependencia gubernamental utilizaba hace 13 años para justificar la construcción de la presa de Arcediano, que finalmente se descartó.

En la manifestación de impacto ambiental del proyecto de Arcediano se explica que el déficit de agua en 2003 era de 3.6 metros cúbicos por segundo para una población metropolitana de 3 millones 800 mil habitantes.

Sin embargo, el jueves 28 de mayo el director de la CEA, Felipe Tito Lugo Arias, reafirmó que la carencia actual de líquido es de 3 metros cúbicos por segundo, es decir, menor que la de hace 13 años, a pesar de que la población de la ciudad ha crecido pero las fuentes de agua siguen siendo las mismas: lago de Chapala, presa Calderón y acuíferos sobreexplotados.

“Si vemos los argumentos que presentaban las autoridades en cuanto a abasto y déficit hace 13 años, son los mismos que ahora, y no puede ser: estas cifras sin duda alguna no son tan ciertas”, consideró Raquel Gutiérrez Nájera, directora del Instituto de Derecho Ambiental e investigadora de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

“Habría que evaluarlas porque ha habido mayor demanda, pero han sido las mismas fuentes de abastecimiento, quizás con más problemas en cuanto a sobreexplotación y el déficit de lluvia. Tenemos verdades a medias, en cuanto a déficit ahora debemos tener un mayor déficit de agua”, agregó.

Para la especialista, que el gobierno del estado a través de la CEA siga insistiendo en que hay suficiencia de recurso es grave porque está de por medio el suministro para la población a corto plazo.

A decir de Gutiérrez Nájera, los funcionarios no han ofrecido argumentos contundentes para creer que el déficit que presentan para atender al cien por ciento de la población sea de 3 metros cúbicos por segundo y que no vaya a faltar el líquido a quienes por ahora sí tienen suministro.

“Hoy la Zona Metropolitana de Guadalajara sí tiene problemas de agua, no tiene ya una viabilidad hídrica por el aumento de su población. Si pensamos en un escenario de incertidumbre climática a 2020, a 2050, estamos en problemas si no cambiamos el paradigma de la gestión integral de los recursos hídricos”, auguró la especialista en cambio climático y gestión del agua.

Para Gutiérrez Nájera, Lugo Arias se está enfrentando a sus propios dichos de hace 13 años, cuando, al frente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), aseguraba que si no se construía Arcediano se corría el riesgo de que en 2015 la ciudad de Guadalajara enfrentara graves casos de desabasto de agua, pues aseguraba que en ese momento era el único proyecto que podría revertir dicha tendencia.

“En aquel entonces se decía que si Arcediano no se hacía, en 2015 ya no tendríamos agua y estaríamos en problemas. ¿Qué tan cierto es lo que dicen ahora los funcionarios encargados de la gestión del agua y por qué les hemos de creer? Estas cifras se encuentran muy alejadas de los datos históricos que ellos mismos han manejado en otros contextos”, criticó.

Este medio buscó entrevista con la comisión para que dé su versión sobre el manejo de las mismas cifras en un lapso de 13 años, pero la dependencia remitió al Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (Siapa), cuando éste solamente se encarga de distribuir el agua.

Se contradice

El jueves 28 de mayo los titulares de la CEA, Felipe Tito Lugo Arias, y del Siapa, Aristeo Mejía Durán, ofrecieron una rueda de prensa para informar que sí hay suficiencia hídrica para la ciudad en el corto plazo.

Sin embargo, mientras el titular del Siapa explicaba que forzarían las fuentes actuales de agua con tal de no arriesgar a un desabasto, él mismo aseguró más tarde que no hay cobertura del cien por ciento ni están en condiciones de dar agua a una sola colonia más porque desatenderían otras que ya están conectadas.

“El abasto de agua para la zona metropolitana está sin problemas, ustedes pueden constatar a través de los medios, en donde no existe queja”, declaro Mejía Durán, pero unos segundos más tarde él mismo contradijo esta postura al explicar que no estaban en condiciones de añadir a Tlajomulco a la red del organismo porque ni siquiera completan el agua para los cuatro municipios que surten.

“Si estamos hablando de que la falta de recurso agua para los cuatro municipios es no total y completa, el poder crear un compromiso de que se lleve a cabo de forma gradual (el servicio a) la zona de Valles (de Tlajomulco), entonces distraeríamos volúmenes adicionales que en un momento dado repercutirían en la zona metropolitana”, agregó.

El funcionario descartó que este año vaya a haber tandeos por la insuficiencia de agua; sin embargo, a inicios de abril un total de 100 colonias metropolitanas padecieron la falta del recurso porque la demanda se incrementó y el Siapa se quedó sin suministro.

La explicación del organismo es que estas colonias afectadas están ubicadas en zonas altas donde se necesitaba bombear el agua con mayor fuerza, pero su director técnico reconoció que haber integrado a 77 colonias al sistema como parte del programa Tu Casa con Agua repercutió en la falta de líquido para las que ya estaban conectadas (Edición NTR 6 de abril 2016).

Para la especialista Raquel Gutiérrez Nájera, urge que nuevos funcionarios estén a cargo de la gestión del agua, pues tanto Mejía Durán como Lugo Arias han estado a cargo en diferentes puestos desde hace décadas y su forma de manejar las fuentes del recurso han dirigido la ciudad hacia el desabasto.

“La proyección actual se ha quedado en la gestión del agua de los 40, y esto obedece simplemente a que tenemos a los mismos actores del agua desde entonces a la fecha: el ingeniero Dau, Tito Lugo, Aristeo Mejía; me parece que la complejidad de la gestión del agua en la zona metropolitana ya los rebasó”, apuntó.

“Tampoco ha habido la apertura a abrirse a nuevos actores, a nuevos recursos humanos, a nuevas propuestas en cuanto a una gestión diferente del agua, a una gestión sustentable”.

 

DN/I