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Valle de Bravo, Estado de México: El destino ideal

(Foto: Especial)

Por su variedad de atractivos naturales, el Pueblo Mágico de Valle de Bravo es un destino ideal para visitar en estos días de vacaciones.

Entre los atractivos de este municipio del Estado de México, ubicado a 142 kilómetros del Centro de la capital del país, destaca la cascada de Velo de Novia, que tiene una caída de 35 metros de altura.

De acuerdo con el ayuntamiento, en los alrededores de este poblado los visitantes pueden acampar y realizar caminatas, mientras que en Piedra Herrada, el único santuario de la mariposa Monarca del Estado de México, se aprecia esta especie que viaja más de 5 mil kilómetros desde el sur de Canadá en busca de un clima cálido.

Para los amantes de los deportes extremos, en Cerro Gordo encontrarán un lugar ideal para practicar bici de montaña y motocross, pero también quienes disfrutan de los deportes acuáticos tienen como opción el lago artificial, que posee una extensión aproximada de 21 kilómetros con una profundidad estimada de 40 metros.

Los visitantes de este municipio mexiquense también tienen la posibilidad de disfrutar de paseos en lanchas o yates, y durante su recorrido comer en alguno de los restaurantes flotantes ubicados en la laguna.

En el Centro de este Pueblo Mágico se recomienda visitar la Plaza Independencia, donde se encuentra la Iglesia de San Francisco de Asís, así como el Templo de Santa María Ahuacatlán, que alberga la imagen de un Cristo Negro que es considerado milagroso.

¿Cómo llegar?

En auto, desde Guadalajara toma la maxipista a la Ciudad de México y te desvías en el entronque a Maravatío, después a Tlalpujahua y llegarás a Valle en un tiempo aproximado de cinco horas y media. Son 485 kilómetros y en el trayecto hay seis casetas de peaje con un costo de 646 pesos, sólo de ida.

El aeropuerto más cercano es el de Toluca, a unos 40 minutos por la autopista. La mayoría de los hoteles te pueden proporcionar el servicio o datos de quien da servicio de transportación a Valle de Bravo. También puede ir en taxi a la terminal de autobuses de Toluca y allí abordar un autobús, salen cada hora.

Verano intrépido y emocionante

En cuanto a su principal atractivo es la presa o laguna, donde se llevan a cabo una gran variedad de deportes acuáticos y de riesgo. El lugar es conocido por su arquitectura típica, tradicional de la época colonial y atrae a innumerables turistas. Es un lugar entre montañas y centro de varios deportes como el ciclismo de montaña, motociclismo de campo traviesa (enduro, motocross, cuatrimotos), parapentes, paragliders y hanglider (alas delta) y equitación, que se puede practicar en un lugar muy recomendable con grandiosos paisajes.

En el lago se practican la pesca deportiva de trucha arcoíris, tilapia y carpa de Israel, regatas de veleros y esquí acuático. Por otra parte, la población cuenta también con tres campos profesionales de golf de 18 hoyos y un sinnúmero de excelentes restaurantes de comida típica, internacional, italiana y francesa, centros comerciales con tiendas de arte, artesanías y artículos de decoración.

Las caminatas y los paseos a caballo por la zona son populares entre los visitantes; en particular, hay varios montes cuyas cimas ofrecen inigualables vistas del valle y sus habitantes.

La Peña

Es una gran piedra a la que se puede ascender en un corto paseo de 30 minutos y que ofrece una interesante vista, así como el mirador de Monte Alto y el Divisadero. Monte Alto es uno de los puntos de despegue de ala delta y parapente más concurridos de México, y El Peñón, a 14 kilómetros de Valle, es un sitio de vuelo libre reconocido internacionalmente.

El pueblo ha sido destino vacacional de los habitantes de la Ciudad de México por varias décadas; con el paso del tiempo su clientela turística ha pasado de ser una muy exclusiva, de aquellos que podían pagar un largo viaje cada fin de semana y comprar una cabaña en la zona, a ser un destino más popular para visitantes esporádicos.

El pueblo con las tejas rojizas

Si quieres empaparte de la tradición vallesana, no dudes en dirigirte al centro de este Pueblo Mágico. Aquí encontrarás construcciones históricas, museos, callejones empedrados, fachadas coloridas, mercaditos, parques, tiendas… en resumen, todo lo necesario para cautivarte con la cultura de la región.

La Plaza Independencia, el zócalo de Valle, tiene todas las características de un pueblo mexicano típico. En su quiosco se presentan bandas locales los domingos por la tarde; alrededor de él se establecen numerosos puestos de elotes desgranados preparados (los mexicanos les llaman esquites).

Por las tardes, en los portales (los arcos que rodean la plaza) se venden nieves artesanales de sabores diversos, además de puestos de antojitos: tacos, pambazos, tamales, atole y pan de leña conforman la oferta culinaria.

En la plaza también se encuentra la emblemática parroquia de San Francisco de Asís, patrono del lugar, construida por los franciscanos en el siglo 17. Sobre los empinados callejones del Centro se erigen casas de adobe, madera y tejas rojizas, con grandes ventanales y balcones llenos de coloridas flores.

Un paseo por la avenida Joaquín Arcadio Pagaza permite apreciar algunas de las más bellas casonas de la zona. Aquí también abren sus puertas galerías, tiendas, un centro cultural y el Jardín el Pino, anfitrión de un árbol de ahuehuete de 600 años de edad.

El Centro Cultural Joaquín Arcadio Pagaza fue hogar de uno de los poetas más importantes de México; aquí se exhiben obras de arte de artistas locales y nacionales. Además, se realizan exposiciones de pintura, fotografía y otras artes plásticas.

A pocos pasos se sitúan el mercado municipal y el mercado de artesanías, donde se vende una gran variedad de coloridas piezas producidas por manos indígenas. Predominan los bordados y tejidos de las mazahuas así como las hermosas piezas de cerámica de alta temperatura fabricadas en la región.

Avándaro, refugio natural

Quizá sea mejor conocido entre los mexicanos por haber sido sede, en 1971, de uno de los conciertos de rock más importantes en la historia del país. Pero Avándaro es mucho más que eso: quienes acuden a este destino se encuentran con un refugio natural que ha sido cuidadosamente preservado y que alberga montes, espesos bosques, lagos y caídas de agua.

Uno de los principales atractivos de este sitio es su lago, rodeado por bosques de pino y oyamel, cuyas aguas invitan a ser navegadas o recorridas a bordo de una moto acuática. Muy cerca, la Cascada Velo de Novia (una caída de 35 metros rodeada por un espléndido paisaje) proporciona el espacio perfecto para refrescarse, nadar, o simplemente relajarse con su sonido.

Aquí acuden miles de visitantes para acampar, practicar ciclismo de montaña, montar a caballo, explorar senderos o pasar un día en compañía de su familia. La reserva cuenta con todos los servicios para que los huéspedes se sientan cómodos y pasen una noche tranquila: estacionamiento, baños públicos, asadores, cabañas, sitios exclusivos para acampar y vigilancia.

Los pequeños no se aburrirán: el parque también cuenta con una pista de go karts y otras actividades dirigidas a niños. Y en cuanto a campos de golf se refiere, Avándaro no se queda atrás: cuenta con un exclusivo club de golf en medio de la serenidad del bosque donde se ofrecen clases a principiantes, además cuenta con alberca, spa club de niños, restaurantes y hotel.

Quizá una sola visita no sea suficiente para abarcar todo lo que Avándaro ofrece, pero siempre están abiertas las puertas para cuando quieras regresar.

Comer es una rutina

Este encantador pueblo se saborea en cada rincón. En las calles, las plazas, los mercados y restaurantes se sirven una gran variedad de platillos preparados con ingredientes frescos y locales. Aquí, saciar el apetito con un rico manjar tradicional es parte de la rutina diaria. La plaza principal de Valle se llena los fines de semana con puestos de antojitos en los que se ofrecen los populares esquites (elotes desgranados y preparados con limón, chile en polvo, queso y mayonesa), tacos, pambazos (un aperitivo muy mexicano que consta de pan relleno de papa y chorizo y bañado en adobo), tamales de muchos sabores, atole de frutas y pan de leña. Por las tardes, nada más refrescante que un helado artesanal de los que se venden en los portales. El más popular es el de zarzamora. También son típicas las aguas frescas, aguas de sabor elaboradas con frutas de la región (limón, guayaba, mango, etc.).

En el mercado de alimentos local pueden probarse platillos más elaborados a un precio accesible: la tradicional trucha arcoíris –preparada al horno, en el comal o al vapor–, barbacoa y consomé de borrego, carnitas de cerdo, mole de guajolote (un complejo adobo de chocolate, almendra molida y chiles secos). El valle destaca por su cosecha de alcachofas orgánicas, las cuales pueden ser adquiridas en los pasillos del mercado.

Las frutas locales se transforman en ricos ates (una jalea seca que se acompaña con queso), y en licores artesanales. Predominan los de membrillo, zarzamora y guayaba. Para quienes buscan sentarse, ojear un menú y disfrutar sobre la mesa, en Valle también abren sus puertas restaurantes donde distinguidos chefs comparten sus creaciones con los comensales.  Aquí se sirven exquisitos platillos locales así como internacionales. En Valle hay opciones culinarias para todos: ¡no hay pretexto para quedarse con hambre!

¿Dónde comer?

Los Pericos
Fray Gregorio Jiménez de La Cuenca s/n
Tel: 0172 6262 0558

¿Dónde dormir?

En Valle de Bravo hay desde hospedaje de corte rústico hasta complejos hoteleros de alto nivel, con posadas familiares y sitios donde relajarse.

Las Luciérnagas
Camino a Rancho Las Joyas s/n
Tel: 0155 5250 4262
Costo por persona por noche: $1,625

El Santuario Hotel And Spa
Carretera a Colorines km 4.5
Tel: 0172 6262 9100
Costo por persona por noche: $2,929

Hotel Avándaro
Avenida Vega del Río s/n
Tel: 0172 6266 0370
Costo por persona por noche: $2,286