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Confirma identidad suprema

HISTORIA. Bourne aparece en la frontera de Grecia y Macedonia con una crisis existencial debido a que se ganó su libertad, pero no sabe qué hacer con ella. (Foto: Especial)

El tiempo fue factor para el regreso de Jason Bourne. Y también los fans. Ni los productores, el director Paul Greeengrass o el actor Matt Damon habían encontrado motivos para sacar de la oscuridad al arma de diseño más popular entre los amantes de las cintas de acción, espías y ciencia ficción.

El germen de la franquicia, que estrena su nuevo capítulo este viernes, fue el primer libro de Robert Ludlum.

“Esperar fue algo muy bueno porque le da a la película la posibilidad de hablar sobre temas mucho más serios y de ser honesta. Gran parte de la paranoia y preocupaciones que aparecieron en las películas anteriores resultan casi naïve comparadas con lo que estamos lidiando en un mundo posterior a (Edward) Snowden, WikiLeaks, junto con la sensación de que realmente existe un gobierno secreto que funciona separado de nosotros”, afirmó el productor Gregory Goodman, quien animó a Paul Greengrass a retomar la historia y confirmar la supremacía del personaje en taquilla

En la última película se supone que Bourne se aleja de todo a fines de 2004. El tema obvio a tratar era explicar dónde había estado Bourne durante 12 años. Esa era la pregunta más importante que responde este capítulo, a eso se agregó el problema del equilibrio entre la privacidad global con la seguridad de Estado.

“El concepto completo de esta cuarta cinta es la guerra cibernética y lo que sucedió con la tecnología que está muy incorporada en la conciencia pública, nuestra vida digital, nuestras libertades civiles, hasta qué punto las personas nos vigilan. Bourne se encuentra en este nuevo mundo”, explicó el actor Matt Damon, quien agregó que se cuenta la historia como un thriller que aborda problemas políticos actuales, y expresa su postura sobre el hastío que siente el mundo por quienes dirigen el destino de los países.

El productor Frank Marshall aseguró que esta cuarta película muestra el mundo anterior de Bourne lleno de espías y complots internacionales y el que vive hoy en día con satélites, vigilancia e información de fácil acceso.

“El público comprende el mundo en el que se encuentra Jason y su misión, incluso sin haber visto las películas anteriores. Los fans que lo conocen, sólo querrán ver cuál es su nueva aventura”, confió.

Para la gente

Matt Damon acepta que uno de los motivos por los que regresó a encarnar a Bourne fue la gente

“Cada aeropuerto al que voy o cada vez que camino por la calle, alguien me para y la primera pregunta que me hace es ‘¿van a hacer otra película Bourne?’. Era sorprendente, pero también implicaba mucha presión, porque deseas que sea una pieza que articule y esté a nivel con las otras películas. Estamos sumamente orgullosos de las tres películas anteriores, y queremos que ésta encaje bien con ellas”, aceptó el actor.

Bourne aparece en la frontera de Grecia y Macedonia con una crisis existencial debido a que se ganó su libertad, pero no sabe qué hacer con ella.

“Se liberó de esta identidad de Jason Bourne, pero eso no le ha dado paz. Es un alma increíblemente torturada y se encuentra en un lugar muy oscuro al comienzo de la película”, explicó Damorn.

En medio de su conflicto emocional aparece la agente Nicky Parsons (Julia Stiles), quien ha entrado en el sistema de la CIA y obtenido información relevante sobre su pasado y sus operaciones.

“Al final de La identidad de Bourne, Nicky fue arrojada contra una pared y se rompió el cuello. Pero, afortunadamente para mí, ellos la recortaron y 15 años después aquí estoy. Cuando obtuve el papel, recuerdo que pensé, pero no lo dije en voz alta, soy demasiado joven para estar en la CIA. Tenía 19 años en ese momento”, recordó Stiles.

Para interpretar al director de la CIA Robert Dewey se eligió al actor Tommy Lee Jones, quien trabaja de la mano de una hacker con la cual busca tener control de los conflictos en Internet, interpretada por Alicia Vikander, quien posee la capacidad para analizar y predecir a través de las redes sociales posibles conflictos en diferentes partes del mundo, y luego ejercer influencia o incluso controlarlos.

“Con las amigas con las que vivía vi la primera película de Bourne una y otra vez. Después de que el director me invitó a esta cinta, fue a ellas a quien llamé primero”, relató.

Su gusto por las películas de espías hizo que Vikander aceptara ser parte de la cinta, además de ser fan de la franquicia.

“Me enfrenté con algo que era totalmente nuevo y me encantó lo que me descubrí pensando ‘¿Y qué pasa si Bourne realmente existe? ¿Qué sucede si él está realmente corriendo por las calles?’ Valoré la integración de los aspectos sociales y políticos, que la hacen una película inteligente y con diversión a gran escala”, concluyó la actriz.

Peligroso y letal

Después de haberse ofrecido como voluntario para ser parte de un programa experimental que buscaba crear un comando de élite, un soldado perdió la identidad, familia, recuerdos y hasta su nombre. Después de un entrenamiento brutal, se volvió una máquina de matar con valor de 100 millones de dólares, consiguió una inteligencia superior, agilidad, todas las habilidades de combate y un nuevo nombre, Jason Bourne (Matt Damon).

En el primer capítulo de la franquicia buscó a sus creadores para saber cuál era su plan maestro, pero buscaron borrarlo del mapa y huyó. En la segunda parte descubrió su verdadera identidad y el objetivo para el que fue entrenado y decidió desaparecer.

En esta tercera entrega, la historia parece repetirse. Se activa un nuevo programa, pero Bourne regresa enlistado en una red que es más peligrosa que cualquier gobierno, la cual planea implantar el terror.

Entérate

En la cinta aparece el actor Vincent Cassel como el villano The Asset

La cinta se filmó en escenarios de Tenerife (la más grande de las Islas Canarias, fuera de la costa de Marruecos), Londres, Berlín, Washington, DC y Las Vegas

Para su acondicionamiento físico, Matt Damon fue entrenado por el boxeador Matt Baiamonte

Hay escenas filmadas con 16 cámaras que sobrevivieron toda la filmación

Se utilizaron 195 automóviles en la filmación

 

HJ/I