El nuevo genio del terror

Cuando se habla de directores mexicanos que hacen películas de terror, se piensa de inmediato en el tapatío Guillermo del Toro, y pocas veces se voltea a ver a los jóvenes que se están abriendo paso en esta complicada industria.

Martín Aguilar es uno de ellos. Participó en Macabro, Festival Internacional de Cine de Horror en la Ciudad de México, con los cortometrajes Fobos, de su autoría, y El hoyo, que produce, y que ya se ha presentado en Cannes, Argentina, México, y que está a punto de irse a Brasil.

A propósito de estos dos trabajos audiovisuales y su viaje a Cannes, NTR habló con Martín Aguilar.

NTR. ¿Qué me puedes comentar de los cortometrajes que presentaste en Macabro?

Martín Aguilar (MA). Uno es El hoyo, que presentamos en la más reciente edición de Cannes, y además está seleccionado en otros festivales de cine del país, y aquí en Guadalajara en MIAX.

Fobos es el otro cortometraje que dirigí, y que es el corto con el que me voy a titular. También ha estado en varios festivales, y es más gore.

NTR. El hoyo estuvo en Cannes…

MA. Sí, fue como ir de vacaciones a Cannes. Estuvimos en la sección de cortometrajes de la sección de Latinoamérica junto a otros dos cortos. La experiencia es muy gratificante, pensar que si el trabajo está en Cannes es porque se está haciendo algo bien.

Mucha gente que va a esos festivales, va a buscar contactos profesionales; nosotros sólo fuimos por satisfacción personal al ver que nuestro proyecto entró ahí.

NTR. ¿Cómo surge la idea de Fobos?

MA. Tenía que hacer una tesis sobre cuál es la representación del miedo. El proyecto fue evolucionando hasta llegar al gore. lo que más miedo me da es lo físico, lo carnal y el dolor. Muchas de las películas de terror son de fantasía, y aquí me quise enfocar en todo el dolor que puede infligirle a alguien más cuando la tortura; es una historia más sangrienta.

NTR. ¿Cuál es el reto de grabar un cortometraje de gore, en contra de uno de fantasía, aunque los dos sean de terror?

MA. En el de gore, los efectos especiales; conseguir un escultor que fabrique restos humanos para que tengan un impacto visual; quería que se vieran los restos mutilados y pedazos de carne de las personas. También fue difícil que tuviera una historia fundamentada, y que no sólo fueran tripas y sangre. Es una historia corta, pero hace que te preguntes qué hacen los personajes ahí y hacía dónde van.

NTR. Éste es el primer cortometraje que escribes, ¿cómo fue la experiencia?

MA. Había escrito otras cosas, pero no las había realizado. Cuando trabajas con un guionista, él siempre tiene las cosas muy plantadas, y a veces se contrapone con lo que se puede hacer. El guionista siempre cree que tiene muy clara su idea, e intenta imponerte cómo deben ser las cosas.

La ventaja de ser escritor y director es que tienes libertad de cambiar cosas en producción o edición, hay más libertad.

NTR. Por el otro lado, ¿cuáles son las ventajas de trabajar con un guionista?

MA. No es ventaja ni desventaja. Por lo regular trabajas con personas que congenian con tus ideas. Me gustan las personas con las que trabajo porque son ideas muy originales, o que tienen mucho del terror y la ciencia ficción que a mí me gustan.

NTR. ¿Cuál fue el presupuesto de estas producciones?

MA. No podría darte una cifra exacta porque muchas veces se trabaja por favores o sólo se gasta en materiales muy específicos. En Fobos hice la edición y el diseño sonoro. Para El hoyo, tuvimos que hacer una campaña en Fondeadora.

NTR. ¿Estás trabajando en otro proyecto?

MA. Tengo un cortometraje en puerta, y a largo plazo tenemos un largometraje de horror que será dirigido por tres personas, entre ellos yo, y que cada uno hará una sección, una historia, y que juntas vayan de la mano.

Historia

El hoyo narra cómo dos hermanos en extrema pobreza se convierten en ladrones para poder sobrevivir

HJ/I