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Revelan que Flavio avaló destrucción

Rinden homenaje de cuerpo presente al ex rector universitario. (Foto: Jorge Alberto Mendoza)

La muerte del ex rector de la Universidad de Guadalajara, Enrique Zambrano Villa, destapó la verdad sobre uno de los casos más polémicos y escandalosos en los años 80: el gobernador Flavio Romero de Velasco autorizó la demolición de la Escuela de Música, pero se acordó que lo negaría públicamente y el ex rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG) asumiría la responsabilidad.

En medio de la oscuridad, la noche del viernes 12 de diciembre de 1980, el edificio de valor artístico relevante, construido por el ingeniero Alfredo Navarro, fue demolido sin aviso y desacatando una orden del Ayuntamiento de Guadalajara de parar el derribamiento. Al lado de los escombros quedó pintada la leyenda “próximamente centro cultural universitario”.

La desaparición del edificio, que derivó en una investigación del gobierno municipal, tenía un solo responsable: el entonces rector de la UdeG, el arquitecto Enrique Zambrano Villa, quien presuntamente dio la orden de demoler la edificación ubicada en el cruce avenida Juárez y Enrique Díaz de León, sin informárselo al entonces gobernador Flavio Romero de Velasco.

A 36 años de los hechos, durante el homenaje luctuoso de cuerpo presente al ex rector, su hijo, Enrique Zambrano Ambrosio, destacó la “honorabilidad y silencio leal” de su padre, quien hasta el día de su muerte, el 6 de octubre, dijo, guardó el secreto en torno a la demolición para encubrir a Romero de Velasco, fallecido en junio.

“Era un hombre valiente que no dudó en tomar decisiones difíciles, algunas de ellas que hasta hoy generan polémica. Hoy, muertos ambos actores, declaro públicamente que la más polémica de ellas (decisiones), la demolición de la Escuela de Música, fue realizada con el pleno conocimiento y autorización del entonces gobernador del estado, quien pidió a mi padre que asumiera toda la responsabilidad y le permitiera manifestar públicamente sorpresa y desconocimiento. Hasta el día de antier que falleciera, mi padre cumplió con hombría, entereza y lealtad, esa promesa dada”.

Destacó dos mensajes que el ex rector le solicitó transmitiera el día de su muerte a la comunidad universitaria: “Que la Universidad realice un acto de auténtica generosidad institucional e histórica y que recupere para sí y para la historia la relevancia y trascendencia del liderazgo de Carlos Ramírez Ladewig y que se recupere la figura histórica José Parres Arias”.

Rinden homenaje en Paraninfo 

Lo anterior lo señaló Zambrano Ambrosio durante el homenaje de cuerpo presente que se le rindió al ex rector y ex presidente del equipo de futbol Leones Negros, en el que también habló ante familiares, amigos y autoridades académicas y estatales, del hombre, esposo, padre y abuelo. “En qué orfandad tan desolada nos dejas”.

Minutos más tarde, el rector de la UdeG, Tonatiuh Bravo Padilla, destacó el legado del rector, funcionario y académico y se comprometió a atender las peticiones de reconocimiento a Carlos Ramírez Ladewig y José Parres Arias.

Al homenaje no acudieron el gobernador del estado, Aristóteles Sandoval Díaz, el fiscal Eduardo Almaguer Ramírez ni el presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, Luis Carlos Vega Pámanes, pese a que estaban invitados e incluso contemplados en la primera de seis guardias de honor. El resto de las guardias las montaron el Consejo universitario, miembros del CUAAD, amigos, jugadores de los Leones Negros y la familia.

Durante la rectoría de Zambrano Villa, la más larga en la historia, al comprender el periodo de octubre de 1975 a marzo de 1983, se crearon las preparatorias 6 y 7 en la zona metropolitana y 7 más regionales, además se creó el Club Deportivo de la UdeG, Villa Primavera, la Alberca Olímpica, el Coliseo Olímpico y se fundó el Sindicato Único de Trabajadores (SUTUdeG).

También se establecieron las facultades de Diseño, Contaduría Pública, Geografía y Ciencias, la Escuela de Cultura Física y Deportes y los Institutos Sociales, de Madera, Celulosa y Papel.

Desplegado de 1980

La demolición en lo oscurito de la Escuela de Música de la Universidad de Guadalajara en 1980, provocó cuestionamientos, posturas firmes y exigencias de diferentes sectores, como Pro Habitat, Sociedad de Información sobre Guadalajara y Unión de Artistas Plásticos, agrupaciones que publicaron un desplegado para mostrar su descontento y exigir a las autoridades una investigación.

“La ciudadanía tapatía ha presenciado indignada el bochornoso y denigrante espectáculo de la alevosa destrucción de un edificio que formaba parte de nuestro patrimonio histórico, cultural y urbano. Es indignante e incomprensible porque la autoridad de la más alta institución cultural del estado, cuya misión es preservar y difundir la cultura, es la que en forma arbitraria y soberbia destruyó un edificio que nos pertenece a todos, sin importarle a las autoridades y a la opinión pública”.

En el desplegado, publicado el 14 de diciembre de 1980 en medios locales, las agrupaciones exigieron: una investigación a fondo del porqué las autoridades no actuaron enérgicamente para detener la demolición y fueron ignoradas; una explicación pública de la Universidad de Guadalajara y restauración del edificio; que de no ser posible la restauración, el espacio se destine a parque público y se conserven las ruinas; se retire la custodia de edificios a la UdeG y, se estudien y modifiquen las leyes para garantizar una verdadera protección del patrimonio cultural e histórico.   

“Era un hombre valiente que no dudó en tomar decisiones difíciles, algunas de ellas que hasta hoy generan polémica”,
Enrique Zambrano Ambrosio, hijo de ex rector de la UdeG

EH/I