INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

Abre las llaves del gas

I

Tengo la impresión de que los lectores de la poeta norteamericana Sylvia Plath (1932) se han acercado a su obra solamente llevados por la leyenda y su mito, y no por considerarla una eficaz oficiante. Cuando escucho a quien la ha frecuentado por vez primera, sus palabras van hacia su muerte, y de algún modo hay un acentuado morbo en sus comentarios. La Plath se suicidó el 11 de febrero de 1963, en su casa del 23 de Fitzroy Road, de Londres, a donde había ido a residir, ya separada de su esposo, el poeta inglés Ted Hughes.

II

Conozco únicamente un ensayo el cual se centra en la poesía de la Plath y deja de lado su tragedia; se lo debemos a Seamus Heaney, y está colocado en De la emoción a las palabras. Heaney, en tanto rapsoda y ensayista, logra el mejor retrato de Sylvia Plath a partir de su obra y nos recuerda: “…el poeta necesita superar su ego para llegar a tener una voz que sea algo más que su autobiografía”. De esas palabras parte el irlandés para descubrirnos lo esencial de los textos contenidos en Ariel, de la Plath.

El riesgo en el planteamiento de Heaney es inminente: la totalidad de la obra literaria de Sylvia Plath está basada en su biografía (y se puede constatar con claridad en las cartas dirigidas a la madre, un libro indispensable para comprender enteramente su poesía y narrativa), pero Heaney se toma el compromiso y nos entrega una definición de los (últimos) textos de Plath.

III

Una de las virtudes más claras, en todos los poemas de la autora, es describir su propia existencia como tema de su poesía. Eso la vuelve íntima y complicada a la vez, pues es el resultado de pequeños y grandes pasajes de su vida que ella vuelve grandes: los deposita como tragedias humanas; los encauza hacia cualquiera; los retoma y hace maquinarias poéticas cautivadoras; con todo, podría persistir el morbo de verla en cada poema o narración.

“En la obra de Sylvia Plath –anota Heaney– no hay nada poéticamente defectuoso. Lo que tal vez podría acabar siendo una limitación es el tema predominante de autodescubrimiento y autodefinición, aunque esa preocupación debe ser entendida como una campaña constante y valerosa contra el agujero negro de la depresión y el suicidio”.

En la madrugada del 11 de febrero había caído una de las más fuertes nevadas que se hayan registrado en Londres desde 1947; desesperada, con pocos recursos económicos, sin teléfono (para hablar a su psicoterapeuta) y con todo congelado, Sylvia da el desayuno a sus hijos, se encierra en la cocina y cubre todas las puertas y ventanas con toallas: mete la cabeza en el horno de la estufa y abre las llaves del gas.

[email protected]