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TLCAN: el verdadero tamaño del riesgo

México sí tiene una alta dependencia comercial con los Estados Unidos. Toda nuestra estrategia de apertura económica está basada en nuestra inserción al mercado norteamericano.

Por supuesto que México tiene abiertos otros mercados. México es el segundo país del mundo con más tratados de libre comercio del mundo, pero el TLCAN el que más se usa: más de 80 por ciento de todas nuestras exportaciones van dirigidas a este gran mercado.

Es por eso que el riesgo para nuestra economía es enorme. Prácticamente pone en riesgo el crecimiento de los estados de nuestro país que mejores resultados económicos han tenido en los últimos años y que se caracterizan por haber desarrollado una fuerte industria manufacturera orientada a la exportación.

Estados como Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes, Nuevo León, Coahuila o Chihuahua y, por supuesto, Jalisco.

Sin embargo hoy pienso que los costos finales de un ajuste del tratado quizá no sean tan destructivos.

El pasado viernes, en el marco de la reunión de trabajo de la American Chamber en Guadalajara, tuve la oportunidad de impartir una conferencia con la Lic. Adriana Ibarra del Despacho Baker & McKenzie, en la que nos explicaba que en peor de los casos, con la suspensión total del Tratado de Libre Comercio, las empresas en México tendrían que pagar un arancel máximo entre 2.5 y 5 por ciento.

Estos son los límites que establece la propia Organización Mundial del Comercio para los países que forman parte de la OMC y que no cuentan con tratado comercial.

Por lo que para cientos de empresas de capital extranjero ya produciendo en México, será muy poco probable que muevan sus fábricas fuera de México, ya que sería mucho menos costoso el absorber ese 2.5 por ciento, que mover toda la planta del país.

Sin embargo, el verdadero riesgo existe para todas las nuevas inversiones que estaban planeando hacerse en México. La misma Lic. Ibarra nos comentaba que todas las empresas que atienden en Beker & McKenzie habían suspendido sus planes de inversión en México.

El solo aviso de que había la posibilidad de que se le cancelaran a México los beneficios del libre comercio con los Estados Unidos, fue  suficiente para detener el flujo de inversiones productivas nuevas.

Con certeza nuestra economía crecerá menos en 2017, esperamos que no entre en crisis, pero el nivel del daño dependerá del grado de afectación que tenga realmente esta relación comercial tan exitosa.

Nos leemos el próximo martes, en otro Punto de Equilibrio.

*Economista y profesor en la Universidad Panamericana de Guadalajara

@Israel_Macias

 

DN/I