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Divide a republicanos declaración de Trump

Jóvenes llevados ilegalmente a EU de niños, ahora viven con la expectativa de su situación ante la nueva administración presidencial.

WASHINGTON. La aparente disposición de Donald Trump a "buscar alguna solución" al tema de los jóvenes traídos ilegalmente al país cuando eran niños está dividiendo a su propio partido (Republicano), resaltando lo difícil que será para el Congreso tomar medidas relacionadas con la inmigración ilegal, incluidas la construcción de un muro en la frontera con México y el status de los dreamers.

Para complicar las cosas, los asesores del presidente electo intentaron dar marcha atrás con sus comentarios apenas fueron publicados, y un integrante de su equipo de transición que exigió anonimidad negó que Trump haya cambiado su política hacia la inmigración ilegal.

En su campaña electoral Trump prometió mano dura hacia los extranjeros que están en el país sin autorización y "cancelar de inmediato" los programas del presidente Barack Obama que dejaron en suspenso la deportación de más de 700 mil dreamers.

Pero en una entrevista publicada el miércoles por la revista Time, que lo acaba de nombrar Persona del Año, Trump suavizó un poco su postura.

"Vamos a buscar una solución que deje contentos y orgullosos a todos", expresó. "Fueron traídos a una edad muy joven, trabajaron, fueron a la escuela. Algunos fueron buenos estudiantes. Algunos tienen muy buenos trabajos. Y se encuentran en una especie de tierra de nadie, en la que no saben lo que va a pasar".

Trump no dio detalles y Time indicó que no se desdijo de su compromiso de anular las órdenes ejecutivas de Obama.

Entre quienes postulan una línea dura hacia la inmigración ilegal, las declaraciones de Trump hicieron sonar campanas de alarma.

Dado que los dreamers deben revalidar su DACA, como se llama al programa que deja en suspenso sus deportaciones, Trump podría dejarlo sin efecto de hecho, sin hacer nada, simplemente no aprobando las solicitudes de renovación. Pero un integrante del equipo de transición, que pidió no ser identificado porque no estaba autorizado a hablar del tema, restó importancia a los comentarios de Trump y dijo que la promesa de anular las órdenes ejecutivas seguía vigente.

Intercambian elogios

WASHINGTON. Quién hubiera sido capaz de prever la nueva relación entre el presidente Barack Obama y el presidente electo Donald Trump.

Meses atrás intercambiaban insultos. Ahora hablan por teléfono e intercambian elogios. Se diría que el ingreso a uno de los clubes más exclusivos del mundo, el de los presidentes de Estados Unidos, afecta decisivamente la personalidad.

"He tenido la oportunidad de conocer al presidente Obama. Realmente, lo estimo", dijo al programa Today, después que la revista Time anunció que era su Persona del Año.

Obama no se ha mostrado tan efusivo con respecto a Trump desde la jornada electoral del 8 de noviembre. Pero ha exhortado reiteradamente a la opinión pública y los gobernantes mundiales de mantener una actitud de "espera y verás".

No está claro hasta qué punto puede surgir una auténtica amistad entre dos hombres que tienen poco en común aparte de la presidencia, o si Obama simplemente hace gala del decoro presidencial, deja atrás el pasado y se muestra fiel a su compromiso de entregar sin tropiezos el poder al gobierno siguiente.

EH/I