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El tsunami naranja

Si algo puede decirse con toda certeza de la elección en el estado de Jalisco es que se caracterizó por lo que podría denominarse el efecto naranja. Si los resultados finales confirman las tendencias, el PRI habrá sufrido una debacle electoral en la zona metropolitana de Guadalajara frente a Movimiento Ciudadano que se convertiría en el gran ganador de la elección de 2015.

Hasta el momento de escribir esta nota Movimiento Ciudadano confirmaba su triunfo en Guadalajara, Zapopan y Tlajomulco, y competía cerradamente con PRI-PVEM en los municipios de Tonalá, Tlaquepaque, El Salto, Juanacatlán e Ixtlahuacán de los Membrillos. Además adelantaba en la mayoría de los distritos tanto a nivel local como federal. PAN y PRD quedaron literalmente borrados del panorama electoral metropolitano.

Gobierno reprobado

Si las elecciones son la gran oportunidad ciudadana para calificar a sus gobernantes, podemos decir que en el caso de Jalisco el gobierno de Aristóteles Sandoval Díaz salió reprobado. Lo mismo puede afirmarse de los presidentes municipales de la ZMG de extracción priísta, cuyas administraciones no pasaron la prueba de la urnas. Es de subrayar el caso del municipio de Guadalajara donde la ventaja de Enrique Alfaro sobre Ricardo Villanueva fue por mas del doble, a pesar de que el candidato priísta tuvo de su lado todo el respaldo del aparato estatal.

En el caso de Jalisco puede afirmarse, sin temor a equivocarse, que el voto ciudadano se convirtió en un auténtico tsunami naranja que deslavó el espectro tricolor. El resultado de las elecciones intermedias es un indicio de lo que podría ocurrir en 2018, de no haber un cambio radical en el escenario político estatal.

En el caso de Jalisco, la guerra sucia no surtió el efecto esperado para desalentar la participación ciudadana y propiciar el triunfo del voto duro partidista. El electorado tapatío superó el desencanto y venció la apatía para salir a emitir un voto a favor de un cambio de rumbo. La segunda mitad del actual gobierno jalisciense se caracterizará por la presencia de una mayor oposición.

Nuevos equilibrios

A partir de lo sucedido en las urnas, presenciaremos un nuevo equilibrio en la distribución del poder, no solo a nivel estatal y municipal, sino también a nivel nacional. Observaremos una diferente conformación del Congreso Federal que tendrá consecuencias en la conducción del gobierno de Enrique Peña Nieto; una redistribución del control político en los estados que modifica el ajedrez nacional; y fuerzas de partidos minoritarios emergiendo en gobiernos municipales y congresos locales.

Si bien el PRI pudo confirmar su supremacía electoral en el país,  ha quedado claro que su fuerza se deriva mas de la debilidad de sus adversarios que de su propia fortaleza. En su beneficio actuó también la baja participación ciudadana -de no más del 48 por ciento-, común en elecciones intermedias. 

El PRI logró conservar la mayoría de las gubernaturas en disputa así como municipios y distritos electorales de relevancia. Sin embargo, perdió en estados estratégicos como Nuevo León, donde se impuso un candidato ciudadano de caracarteristicas singulares. Además, mantiene mayoria en la Cámara de Diputados, aunque el número de curules obtenido -alrededor de 200- no le permite la holgura que habría deseado obtener.

Retos hacia 2018

Los resultados provocarán complicaciones a un gobierno federal que no las trae todas consigo: tiene un alto índice de desaprobación, las cacareadas reformas estructurales no acaban de cuajar, la economía no despega y los episodios de violencia se multiplican en el país. El PRI tiene muchas tareas que cumplir si quiere mantener la Presidencia de la República en 2018.

Para PAN y PRD el mensaje también es claro: tienen mucho que hacer en los próximos tres años para consolidarse como opción para llegar al poder presidencial. Particularmente, el PRD deberá hacer un esfuerzo monumental para recuperar el espacio perdido frente a MORENA y volver a colocarse como la mejor opción de la izquierda mexicana.

Finalmente, es conveniente mencionar que, a pesar de algunos episodios violentos en Estados como Oaxaca y Guerrero, las elecciones transcurrieron en un clima de tranquilidad que permitió a millores de ciudadanos emitir su voto con libertad.

Verba volant scripta manent

@GOrtegaRuiz

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