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Tiempo de evaluar

México, 15 años después, sigue en los últimos lugares en las pruebas PISA (Programme for International Student Assessment) que desde 2000 aplican los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Nuestro país ocupa el lugar 68. La mayoría de sus estudiantes la reprobaron y no tiene alumnos en nivel de excelencia.

Significa que futuras generaciones no razonan científicamente ni podrán incorporarse a la actividad productiva vinculada con ciencia y tecnología. Evaluaron 500 mil estudiantes, 72 entidades en matemáticas, lectura, ciencias y educación financiera. México no enfatiza formación emprendedora, científica y bilingüe que es la exigencia industrial y productiva.

No existe tendencia de mejora, ni estrategia definida por el Sistema Educativo Nacional que genere cambios en las aulas, curriculares, material didáctico, capacitación magisterial, plataformas educativas, horarios. Medios de comunicación hacen fuertes críticas, funcionarios justifican y prometen cambios cuando ya no estén en funciones, comunidades educativas señalan culpables y luego el olvido nuevamente. Estéril evaluar sin acción estratégica posterior, buscando mejora para nuestros hijos.

La evaluación del rendimiento escolar inició como medición de aprendizaje contabilizando en boleta el esfuerzo del estudiante. El mejor maestro era quien reprobaba más.

México carece de cultura evaluativa: maestros protestan tomando calles, carreteras, edificios; ejército resguarda ridículamente maestros que aceptan aplicar exámenes; sindicato insolente y retador. Si el maestro no se evalúa, imposible pensar en mejorar la evaluación estudiantil. Desalentador futuro educativo y con ello el progreso nacional, porque de la educación depende el individuo, la familia, el país.

La evaluación es la indispensable estrategia para transformar procesos de enseñanza y aprendizaje, rendimiento escolar, políticas educativas, contratación, formación y capacitación docente. La brecha internacional en lo económico, social, cultural, demográfico, de género, laboral, tecnológico, científico, magisterial. Nos tiene remotamente alejados de obtener primeros lugares en educación.

El problema en México es que creemos que la calidad y la evaluación educativa es asunto gubernamental cuando es asunto familiar. Los padres deben exigir a maestros, directivos y escuela, enseñar a sus hijos con calidad, para ello pagan a través de impuestos o en forma privada. El progreso educativo es un problema de actitud y disposición a la superación personal, familiar, nacional.

@Saucedodlallata