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Científicos monitorean actividad atípica del volcán de Colima

(Foto: Archivo)

La actividad actual del Volcán de fuego o de Colima mantiene en alerta a los científicos debido a que la misma se sale de lo cotidiano, afirmó el investigador Juan Carlos Gavilanes Ruiz.

“El comportamiento explosivo del volcán podría considerarse normal, pero investigadores y vulcanólogos están al pendiente del monitoreo, atendiendo cualquier situación fuera de lo normal”, indicó el geólogo especializado en riesgos y pronósticos.

Detalló que el derrame de lava es más lento que en meses anteriores, pero refirió que la fase explosiva ha sido más frecuente, de una magnitud moderada y con la formación de flujos piroclásticos, lo que mantiene en estado de alerta a los científicos.

Añadió que el patrón de actividad de las últimas semanas ha sido diferente a otros periodos pues, por ejemplo, el año anterior tuvo una actividad que no se había registrado en por lo menos los últimos 50 o 60 años, de que los flujos piroclásticos llegaran a 11 kilómetros de distancia.

“Este cambio de patrón obliga a los especialistas y personal dedicado a su monitoreo a estar muy atentos, porque con base en los parámetros necesitan tener una idea de cuando es muy inusual”, dijo.

Refirió que es “cuándo el aumento o aceleración de actividad es mucho más grande, para poder ellos emitir oportunamente una alerta a las autoridades competentes”.

Expuso que en esa situación hasta ahora no se han observado elementos que obliguen a cambiar el color del semáforo, aunque los científicos siguen atentos a cuánto les indique la actividad, si el magma que está por salir es mucho.

“Esa es la diferencia con erupciones como las actuales, que las cantidades de magma y el contenido de gas es muy superior al que produjeron las ocurridas desde los años veinte del siglo 20”, manifestó.

Expuso que cuando se trata de erupciones grandes, los volúmenes involucrados son gigantescos, son de varios órdenes de magnitud superior”.

Gavilanes Ruiz manifestó que aun cuando las erupciones volcánicas no pueden predecirse, “la actividad previa sí permite a los científicos alertar a las autoridades sobre la posible erupción”.

Manifestó que esta situación permite evacuar las comunidades en riesgo ante la amenaza de peligro que pueda o no presentarse.

GT