La marcha de ayer iba muy bien y mejoró hasta que... se salió de control. Todo gracias al protagonismo de unos, de otros y de todos. Unos quisieron su marcha nacional, esa que lleva las decenas de miles posibles, el músculo, pues; otros, que llevara pocos, pero seguros.

En el contingente más grande, de La Marcha por México, se aplicó lo que se advirtió al principio: sin políticos, ni grilleros. Algunos tomaron el micrófono para lavar el coco, cuando la gente sólo quería gritar y andar por donde quisieron: adelante, por toda la calle, gritando, sin que les dijeran por dónde ni cómo. Al final sí fue una verbena con 25, 30, 40 o 56 mil personas, según se discutía, que desembocaron en la Plaza Liberación para gritar y rayar madres --lo más bonito, dijo uno de los compadres--, y más para mentársela al mismísimo EPN. Lo que sí es que, en cuanto a participación, fue his-tó-ri-ca.

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Que alguien le avise a César Ignacio Abarca Gutiérrez, director del organismo operador del agua en Puerto Vallarta, que no está mal ganar buen dinero como funcionario, pero que tampoco abuse. Eso de llevarse el doble de sueldo del que le recomiendan como que no va con los supuestos tiempos de austeridad que tanto se presumen en esos días.

 Aunque también hay que ser considerados: si ganara lo que le recomiendan, más de 50 mil pesos mensuales, quién sabe si le ajustaría para un litrito de gasolina.

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Los diputados locales volvieron a las andadas. Sí, aunque usted sí lo crea. Resulta que otra vez los jaliscienses no podemos saber cómo se gastarán los recursos de los que dispondrán este año. El documento, con la distribución de los 823.6 millones de pesos que tienen como Presupuesto de Egresos de 2017, no aparece en la página de transparencia ni tampoco en el orden del día en que fue aprobado, el 12 de enero pasado.

Los legisladores aprovecharon para esconder la información al aprobar su gasto en una sesión de esas maratónicas, la cual se alargó por la falta de acuerdos sobre la reducción de dinero a los partidos políticos. Tampoco hay antecedentes documentales que se hubiera aprobado antes en la Comisión de Administración. Damos cuenta de la transparencia en el Poder Legislativo de Jalisco.

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Hablando en gerundio sobre la transparencia, en los municipios jaliscienses no cantan mal las rancheras. En el Municipio de El Salto, la información de su página web no está actualizada. Por ejemplo, la última nómina que se publicó fue la de la segunda quincena de octubre del año pasado, así que no es de extrañar la calificación que obtuvo de parte del Instituto de Transparencia, de 31.25 sobre 100.

Por su parte, Tlaquepaque y Tonalá quedan a deber con relación a las actividades que realizan sus alcaldes. Pa' que se tome nota.

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Las redes sociales siguen siendo una de las vías favoritas de los políticos para expresar lo que sienten, piensan, hacen o para anunciar algunas de sus acciones. Ayer, el presidente municipal de Zapopan, Pablo Lemus, quien siempre está activo en Twitter, afirmó a través de su cuenta que combatirán la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sobre la controversia constitucional que les fue rechazada.

Lemus asegura que "no estamos de acuerdo que en Zapopan paguemos la gasolina más cara del país". Ahora que, por cierto, ningún alcalde de Movimiento Ciudadano ha anunciado qué acciones tomarán. No precisan. Anotemos que más de algún abogado dice que la controversia constitucional emecista no tenía futuro. ¿De plano no contratamos para un juicio a ninguno del jurídico de los Municipios metropolitanos?

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DN/I