INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

Una perversa obra de arte

La cámara se mantiene fuera de campo y deja la pantalla en negro, sólo se escuchan espasmos y el rompimiento de objetos. Después se ve la sangre y a la protagonista, Michèle, quien es brutalmente violada en la intimidad de su casa. El único testigo es su gato de ojos verdes que no se inmuta, tiene un impactante rostro inexpresivo e indolente (el felino es un elemento clave para entender la personalidad de la protagonista… y a nosotros como espectadores). Después del ataque, la víctima, con la cara hinchada debido a los golpes, levanta el teléfono y hace una llamada: ordena comida para llevar. Posteriormente tira a la basura el vestido que traía puesto y se mete a su tina de baño… las burbujas se tiñen de rojo debido a la sangre que sale de su área genital. Ni una lágrima derrama y mucho menos llama a la policía.

Éste es sólo el comienzo de la película Elle, del director Paul Verhoeven, quien presenta un trabajo incómodo y visceral, un laberinto meticulosamente construido de ambigüedad; mezcla las suposiciones y expectativas del espectador con una maestría narrativa.

Cuidando cada imagen, las violaciones (sí, hay más), lastiman por la habilidad en la colocación de la cámara, el montaje y una solemne interpretación de Isabel Huppert.

Pero Elle, no sólo es una cinta que habla de una mujer abusada, todos los personajes son víctimas de algún atentado, como también todos son culpables de algún otro.

La violación no sólo es física, la historia también penetra en los recuerdos, en las intimidades, en las falsedades de los personajes.

La violencia explícita viene envuelta en las entrañas de un thriller psicológico que rompe las expectativas con giros en la trama y pasa hábilmente por el melodrama, farsa sexual e, inclusive, humor negro.

Durante 130 minutos, el director lanza agudas preguntas como ¿Es fácil perdonar una infidelidad, una violación o, incluso, 27 asesinatos? Si el perdón es cristiano, dice, ¿no deberíamos perdonar también lo imperdonable?

Por si fuera poco descubrirá si está ante una cinta feminista sobre venganza o una aberración a la victimización, un filme erótico y misógino o, simplemente, un festejo a la resistencia.

Sea cual sean la respuestas, el hecho de regalarnos largos minutos de conversación ya es motivo de agradecer. Elle no se quedará en el olvido.

@pablogarabito