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El más artista de los toreros

(Fotos: Cuartoscuro)

Si bien las cosas no se le han dado del todo bien la artista sevillano Morante de la Puebla, Guadalajara es una plaza que merece tener a una figura mundial, con ese aroma y sello particular que lo caracteriza.

Catalogado a nivel mundial como un torero emblemático, lleno de tintes de arte, torería y una especial manera de interpretar el toreo, el maestro español vuelve a la Plaza de Toros Nuevo Progreso de Guadalajara para encabezar el cartel más llamativo y de mayor expectación de esta feria de aniversario en el coso tapatío.

El marco de referencia de Morante en la Nuevo Progreso es de contrastes. Si bien ha dejado muestras claras de tardes llevas de torería, sabor y arte, también es necesario señalar que ha tenido tardes desastrosas. Las últimas dos temporadas, el maestro salió entre pitos y abucheos por no poder culminar sus faenas, errando en repetidas ocasiones con la espada, y en algunas otras, pasando desapercibida la orden del juez luego de escuchar los tres avisos.

En contraste, la actual temporada en la Plaza de Toros México ha sido cumbre para el coleta ibérico, que puso de cabeza a la afición capitalina con dos tardes memorables para este coso de Insurgentes.

Apenas a finales del año pasado, Morante pintó una histórica faena en su presentación en la actual temporada, cortando dos orejas a un toro al que supo llevar de principio a fin hasta encender los tendidos que no cesaban de aclamarle ¡torero!

No conforme, De la Puebla lo volvió a hacer. El domingo en la confirmación de alternativa del matador mexicano Luis David Adame, el español cuajó a su segundo toro de la tarde, en una faena llena de ese toque artístico que le caracteriza, desde capota y hasta muleta, para rematar, ahora sí, de un estoconazo, que le obligó a salir en hombros por la puerta grande de la México.

De esta manera, Morante llega a Guadalajara con dos triunfos mexicanos de alto resuene a nivel mundial. La expectativa está puesta en él, para todos aquellos a lo que no les importe que culmine o no faenas, pero que se dan con una media verónica de esas que se graban en el alma de quien siente la fiesta de los toros.

 

DN/I