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Adriana Amaral, por el placer de leer

PASIÓN. Adriana Amaral enfatiza que se debe leer para encontrarse uno mismo, hallar o despertar ese lado romántico que implica el sentarse, crear silencio, tomar un libro y disfrutar de él. (Foto: Grisel Pajarito)

Más allá del interés de leer por mantenerse informada, por ser parte de una nutrición cultural y de conocimientos, la profesora universitaria Adriana Amaral hace énfasis en lo que ella llama “el verdadero placer de leer”.

Motivada por una premisa que después se convirtió en una ponencia en el Club de Lectura de Puerta de Hierro, Para qué leer en el siglo 21, Adriana hace extensivo ese placer tangible que puede llegar a tener un lector cuando a leer en verdad se dispone. Para Adriana, leer dista mucho de tomar un libro y ponerse a descifrarlo en medio del ruido e incluso de los medios digitales que hoy en día han tomado especial fuerza. “Estoy en contra de lo libros digitales, creo que se pierde mucho ese romanticismo de lo que implica leer”, refirió la profesora.

“Leer es de estos pocos actos intimistas que tenemos hoy; muy pocas veces estamos con nosotros mismos, y en comunicación , y creo que eso es algo muy rescatable en esta época, además de ser una forma muy constructiva de estar solo”, comparte.

Respondiendo a su pregunta llevada a la charla que dio en aquel lugar de lectura, la profesora enfatiza que se debe leer para encontrarse uno mismo, hallar o despertar ese lado romántico que implica el sentarse, crear silencio, tomar un libro y disfrutar de él, para lograr entrar en comunicación con alguien o con algo. “Para qué leer es para mí encontrar un espacio de encuentro”, afirmó Adriana.

Pérdida de lectores, multifactorial

Para la profesora el que la gente haya perdido el interés por leer cada vez más, es producto de muchos factores. “Leer requiere de una capacidad de concentración que hoy está muy dispersa. Demanda quietud, paz y un contexto apacible, y hoy la gente no tiene eso. Pero siéntate, sin música ni nada, y se verá cómo ese encuentro es muy particular, creo que sería muy nutritivo que la gente en este siglo 21 regresara a eso”.

Despertar el interés por la lectura y lograr que en el contexto que envuelve hoy a la sociedad, cada vez más ajetreado y lleno de impulsos que llevan al estrés, haya un momento de intimidad, es uno de los principales objetivos. “Hay que evitar leer cosas áridas o rebuscadas, busquemos que despierten el interés de los jóvenes o las personas en general, pero que se llegue a ese punto romántico de la lectura, donde se disfruta desde ese placer de hojear las páginas, crear silencio y disfrutar de ese encuentro”.

Adriana es una fiel creyente de los textos impresos y apasionada de las letras, y concluye con la esperanza de que la digitalización de los libros no sea el común denominador y augura larga vida para los medios impresos.

 

HJ/I