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100 años de cosmología relativista 3

La cefeida permitió establecer fiablemente que la nebulosa de Andrómeda a la que definitivamente pertenecía la estrella estaba a una distancia de un millón de años luz de nosotros.

Alexander S. Sharov, Igor D. Novikov, Edwin Hubble, The Discoverer of the Big Bang Universe, Cambridge Univ. Press, Cambridge (1993)

En la década de los 20 del siglo pasado todavía no era muy claro el concepto de galaxia que tenemos ahora, como un conjunto gravitacionalmente ligado de estrellas y que además podía existir de diferentes tipos, ajenas a nuestra propia Galaxia –la Vía Láctea–, ello aunado al siempre presente problema para determinar la distancia a objetos lejanos del cosmos implicaba dificultades para la naciente cosmología relativista.

El 26 de abril de 1920 Harlow Shapley (1885-1992) del Observatorio de Mount Wilson y Heber D. Curtis (1872-1942) del Lick Observatory presentaron en una reunión de la National Academy of Sciences en Washington, D.C. sendas charlas relativas a la llamada “escala del Universo”, para Shapley el Universo observable era nuestra propia galaxia, en tanto Curtis sostenía que las llamadas nebulosas (en realidad galaxias) observadas y estudiadas por Vesto M. Slipher (1875-1969) eran de naturaleza extragaláctica.

Tales acontecimientos son recordados como “el gran debate”, que a decir del historiador de la ciencia Michael Hoskin (Londres, 1930) fue una construcción legendaria, un mito, pues no existió como tal; el grupo de astrofísica de cúmulos abiertos de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata, en Argentina, nos precisa que: “La posteridad no proclamó vencedor a ninguno de ellos. Shapley tenía razón en cuanto a la escala de distancias del Universo, pero se equivocó al negar que las espirales eran galaxias externas. Curtis estaba equivocado en cuanto a las dimensiones del Universo, pero acertó al considerar y argumentar en favor de las espirales como galaxias externas a la nuestra”.

El 19 de febrero de 1924 Edwin Hubble le escribió a Shapley informándole que de acuerdo a sus observaciones y cálculos la nebulosa de Andrómeda debía estar a una distancia de 300 mil parsecs, por lo cual era ajena a nuestra Galaxia.                 

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