Obras son necesarias, dice Martelva Gómez

Desde el 11 de febrero, en el Museo Regional de Guadalajara se colocaron varias pancartas. Una de ellas, la que todavía está puesta en la entrada dice “Martelva fuera”, en referencia a Martelva Gómez, la actual directora del recinto. Como se informó en este medio en su oportunidad, varios empleados y funcionarios del museo se manifestaron en contra de supuestas prácticas de opacidad por parte de la directora con respecto a las obras de mantenimiento que actualmente se realizan a propósito del centenario del Museo Regional.

Acusaron, entre otras cosas, que los asistentes al museo se perdían de toda la experiencia del museo, y que al ser parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), varias de las más importantes piezas corrían el riesgo de ser dañadas, ya que los trabajadores y los escombros de las obras de remodelación invaden buena parte de los pasillos del museo.

“No tenemos agua, así es que necesitamos acarrear cubetas para los baños, agua que extraemos de una pila. Los pasillos están obstruidos, y tuvimos que improvisar una especie de bodega para resguardar herramienta. Hay polvo, y el paso de las personas que están trabajando en la obra interrumpe muchas veces el acceso libre a los visitantes”, declaró entonces Javier Zúñiga, secretario general del Sindicato de Nacional de los Trabajadores de la Secretaría de Cultura del Sector INAH, uno de los quejosos, como informó Edgar Flores en su nota para NTR. Las pancartas de protesta continúan en el museo.

Martelva Gómez comentó que los trabajos que se están realizando en el recinto, cuyo proyecto lleva por título Adecuación de espacios e Instalaciones del Museo Regional de Guadalajara, resultan urgentes para la calidad en los servicios del recinto. “Toda obra causa incomodidad y genera polvo, sin embargo, los miembros de la comisión de seguridad en el trabajo han realizado delimitaciones del área de trabajo de las obras”, dijo.

Además aseguró que el proyecto sí fue presentado a los trabajadores “desde la primera etapa, en 2014, y al inicio de esta etapa se desarrollaron mesas de trabajo con la comisión mixta local de seguridad y salud donde de manera conjunta se diseñaron estrategias de protección y seguridad”.

Los trabajos que todavía se están realizando en el museo son la construcción de baños, la infraestructura para instalaciones eléctricas en áreas administrativas y el cambio de piso del patio principal, en una primera etapa y en una segunda se adecuaron oficinas para el personal y el laboratorio de restauración.

“Los trabajos más urgentes para el museo”, comentó, “eran las renovaciones de las instalaciones hidráulicas y sanitarias que ya se hicieron en 98 por ciento y la eléctricas se han avanzado en un 50 por ciento. Entre la etapa 1 y 2 la inversión fue de 13 millones 563 mil 137 con 6 centavos; las obras fueron concursadas por licitación pública nacional de acuerdo con la normatividad vigente”, dijo la directora del museo.

“Este mes se reubicó la colección de Sala Siglo 17 y se instaló en la capilla que además ayudará a dar una lectura diferente. La exposición se llamará El lenguaje del pincel y fue curada por la doctora Adriana Cruz Lara, encargada de la colección de pintura. Para continuar con las obras de adecuación de espacios se reubicarán las obras de las otras salas de Pintura Siglo 17 y José de Ibarra”, concluyó.

DN/I