INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

Carta del lector

22 de Febrero, tu cumpleaños número 35

No sé cómo empezar a escribirte, hay tantas cosas que quisiera decirte: que te amamos, que día con día te pensamos, te buscamos, te esperamos, pedimos a Dios porque te cuide a cada instante, que guíe tus pasos, te proteja y te traiga de regreso a casa, que nos muestre el camino para que nuevamente estemos juntos. Te escribo con la esperanza de que este mensaje llegue a tus manos en donde te encuentres y que sepas que estamos bien, no tienes que preocuparte por nosotros, estamos a salvo.

Nuestras vidas cambiaron aquel 21 de octubre de 2009, cuando el Estado te arrancó de nuestro lado y te dejó desprotegido, cambiando por completo nuestras vidas, pero principalmente la tuya; desde entonces te buscamos y luchamos cada día por encontrarte.

Cada momento estás en nuestros pensamientos y corazones. Me pregunto en dónde estás, cómo estás, si comes, si tienes frío… una infinidad de preguntas recorre nuestra mente, cada minuto es eterno y sé que principalmente lo es para ti. Sé que al igual que nosotras nos preocupamos por ti, tú lo haces por nosotros; quiero que sepas que ese ser que tanto te preocupa está bien, está seguro, te ama y al igual que nosotros día a día pide a Dios porque estés bien y que nos ayude para que nuevamente estés entre nuestros brazos.

Gracias por todas tus enseñanzas, este largo camino de lucha constante me ha servido de mucho; cuando no sé qué hacer recurro a los recuerdos y encuentro tu consejo, recuerdo tus abrazos y tu sonrisa que me dan fuerza y me motivan para seguir en la lucha, tú me enseñaste a no rendirme, por eso sé que tú haces lo mismo y que luchas por sobrevivir, te pido por favor que lo sigas haciendo para que pronto estemos juntos nuevamente.

¿Sabes?, a lo largo de estos casi ocho años en tu búsqueda he conocido mucha gente, te hablaré de los buenos porque también los hay; y, ¿sabes?, no estoy sola, somos muchos los que te buscamos, luchamos por encontrarte y tenemos la esperanza de que vuelvas a casa.

Te abrazamos fuertemente aún en la distancia con todo nuestro amor, que Dios te bendiga hoy y siempre y que ilumine nuestros caminos para que pronto nos encontremos y puedas recuperar tu libertad, que vuelvas a soñar y estrechar en tus brazos a quienes tanto amas.

Tu familia te ama, te espera y te busca siempre. Por: M*.

*El nombre completo de la autora se reserva por motivos de seguridad