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De muro de cristal a cortina de hierro

(Foto: Imago7)

La construcción del aparato defensivo de Chivas y su eficiencia en el funcionamiento no se logró de manera rápida, sino después de varios torneos de buscar y encontrar los elementos adecuados que hicieran posible que hoy en día el Guadalajara sea una de las zagas más respetadas en el futbol mexicano.

De haber estado ubicada como la parte baja más vulnerable durante el periodo de 2012 a 2015, ha pasado a ser una defensa que casi no permite que se le elaboren jugadas en el área.

Actualmente, el Rebaño ocupa el cuarto puesto como la defensa menos goleada con 6 tantos en contra, sólo por debajo de Toluca con 4, así como de Pachuca y Querétaro con 5.

Sin embargo, hubo tiempos en que enfrentar al Guadalajara se daba como un hecho que el adversario siempre haría más goles.

A partir del Torneo Clausura 2012 comenzaría un calvario que parecía interminable, pese a la experiencia que había en el portero Luis Michel, los centrales Héctor Reynoso y Jonny Magallón, y los laterales Omar Esparza y Miguel Ponce, que se alternaban en ocasiones con Mario de Luna o Edgar Mejía sin lograr componer las grietas.

En aquella temporada recibieron 21 goles por sólo 12 a favor. Tal desorden provocó las salidas de los técnicos Fernando Quirarte e Ignacio Ambriz, para cerrar con un interinato de Alberto Coyote.

En la siguiente campaña, con el holandés John van´t Schip los números se igualaron para quedar con 17 goles en contra, con la misma cantidad de anotados.

En el Clausura 2013, ya con Benjamín Galindo como timonel, recibieron 24 goles por 15 anotados. Pero en el Apertura impusieron una marca memorable al ser bombardeados en 30 ocasiones, con sólo 16 disparos concretados.

En el Clausura 2014 recibieron 18 goles por 13 anotados. Para el Apertura de aquel año, bajo el mando de Carlos Bustos la crisis se acentuó y ni el relevo de José Manuel de la Torre los salvó de ser otra vez una defensa frágil que aceptó 20 goles por 13 anotados.

En el inicio de 2015 hubo una recuperación, y por primera vez la defensa recibió menos goles de los anotados, pero en el segundo semestre se volvieron a presentar los problemas, que en parte orillaron la llegada de Matías Almeyda por Chepo de la Torre, y comenzar así la reconstrucción de un equipo que sufría para defenderse.

Los cimientos de la nueva muralla

En su primer torneo dirigido, Matías Almeyda entendió que debía empezar por una parte básica en el futbol: ordenarse desde el fondo para ir al frente. Al final de su primera temporada con Chivas en la que reemplazó a José Manuel de la Torre, el cuadro rojiblanco terminó con 26 goles en contra por 23 anotados.

Para el Clausura 2016 debió trabajar intensamente para sustituir a un defensa que actualmente es fundamental como Oswaldo Alanís, pero que durante el año pasado estuvo ausente por diversas lesiones. Por ello el técnico respaldó a Jair Pereira con Carlos Salcido o Hedgardo Marín, escoltados por los laterales Raúl López -quien después perdió el puesto con Jesús Sánchez- y Edwin Hernández.

De tal forma, en el Clausura 2016, en el que también hubo un cambio en la portería al sustituir a Antonio Rodríguez por Rodolfo Cota, se aceptaron sólo 16 goles por 26 anotados. En el Apertura se mantuvo el equilibrio con 17 goles aceptados por 21 a favor.

Omar Fares

De más a menos

Goles aceptados*

Clausura 2017

6 en contra

9 a favor

Apertura 2016

17 en contra

21 a favor

Clausura 2016

16 en contra

26 a favor

Apertura 2015

26 goles en contra

23 goles a favor

Clausura 2015

16 en contra

20 a favor

Apertura 2014

20 en contra

13 a favor

Clausura 2014

18 goles en contra

13 goles a favor

Apertura 2013

30 en contra

16 a favor

Clausura 2013

24 en contra

15 a favor

Apertura 2012

17 en contra

17 a favor

Clausura 2012

21 en contra

12 a favor

*Hasta la Fecha 7

 

HJ/I