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Reconstruyen a la Guadalajara de antes: La Coperacha en Casa Reforma

Vista al pasado. Con hule espuma se recrean esos edificios, la mayoría del Centro de la ciudad, que han desaparecido en aras de la modernidad. (Foto: Alfonso Hernández)

Como una forma de recuperar y hacer tangible para las nuevas generaciones la historia de Guadalajara, La Coperacha inició con trabajos artísticos como la proyección a través de maquetas de edificios que alguna vez fueron emblema y orgullo de la ciudad, pero que fueron destruidos por la voracidad en aras de la modernización.

La Ludoteca del Centro Cultural para la Niñez, ubicada en Reforma 369, alberga “una fantasía pedagógica, una representación teatral y escenográfica de lo que era el centro histórico de Guadalajara y sus edificios”, mismos que hace menos de un siglo dieron a la urbe tapatía una categoría de ciudad patrimonial, de la cual sólo queda el recuerdo.

En la que es conocida como Casa Reforma pueden encontrarse maquetas de lo que fueron las fincas más representativas de la ciudad, como la Escuela de Música, que fue derriba de madrugada para dar pie a lo que hoy es la Rectoría General de la Universidad de Guadalajara (UdeG); el Puente de las Damas, que en la actualidad es intervenido por el Instituto Nacional de Antropología  e Historia (INAH) a fin de rescatarlo a más de dos siglos; la Casa Genoveva, el Hotel Imperial, el Penal de Escobedo, el Palacio del Arzobispado, el Templo de la Soledad, el Convento de San Francisco, mismos que forman parte de los 24 edificios históricos que intentan recuperarse al menos a través de la memoria.

Esta ludoteca se hizo por medio de la Fundación Española Codere, refirió el representante de La Coperacha, Antonio Camacho, quien apuntó que la Secretaría de Cultura a nivel federal se ha sumado al financiamiento, pero lamentó que los apoyos han sido nulos por parte del gobierno estatal.

Las piezas de hule espuma intentan revivir, dar referencia, indicios históricos y memoria colectiva de lo que fue Guadalajara.

Fueron 12 personas las que en un año se dieron a la tarea de fortalecer el proyecto: Salvador Rodríguez, uno de los pintores más representativos de la ciudad; las especialistas Olga Gámez, Eugenia Gómez y Elisa Carrillo se sumaron.

 “Vimos que sería padre que los niños vieran lo que fue Guadalajara, acercarlos a su historia”, apuntó Antonio Camacho, quien puntualizó que las exposiciones en Casa Reforma son solamente los domingos de 10 a 12 horas, pues coinciden con los recorridos guiados que hace por El Santuario el Ayuntamiento de Guadalajara.

 Las visitas son contadas porque el lugar está aún en proceso de rescate. La casa fue donada hace más de ocho años por el municipio, pero estaba en condiciones severas de deterioro y aún se encuentran en La Coperacha tratando de gestionar recursos para su rehabilitación integral.

 “Si seguimos al paso que vamos, lento pero seguro, espero que no nos lleve más de dos años”, comentó esperanzado Antonio Camacho.

 

DN/I