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La renegociación del TLC

Las visitas a México de los secretarios estadounidenses de Seguridad y Estado, Rex Tillerson y John Kelly, se enmarcaron en el periodo de 90 días de consultas internas para la renegociación del TLC entre los Estados Unidos, Canadá y México. Sin embargo, difícilmente podría suponerse que la renegociación del TLC pudiera plantearse independientemente del resto de los asuntos que los Estados Unidos han puesto sobre la mesa: el muro, la deportación de migrantes, el control de la frontera sur de México y, en general, los intereses norteamericanos en México.

Sin embargo, supongamos por un momento (evidentemente sin conceder) que la renegociación pudiese estar aislada de los demás intereses geoestratégicos del gobierno de Trump. El primer elemento de la renegociación tendría que ser la evaluación de los resultados del Tratado. Las declaraciones de los políticos y dirigentes empresariales mexicanos han ido en el sentido de que el TLC ha sido un gran existo para todo mundo y en todo caso lo que necesitamos es profundizarlo… ¿Realmente ha sido así?

No cabe duda que diversos grupos corporativos de grandes capitales mexicanos se han beneficiado, desde America Movil hasta Maseca, pasando por Televisa o TV Azteca. Es innegable que las mineras y bancos canadienses se han beneficiado, así como las grandes cadenas comerciales norteamericanas, las automotrices o las electrónicas. ¿Eso significa que como naciones Canadá, Estados Unidos y México han ganado? Centrémonos en México.

Si nos vamos a los indicadores del comercio exterior el crecimiento es impresionante: de 1994 al 2016 las exportaciones anuales se han sextuplicado y las importaciones se han quintuplicado, lo que significa un crecimiento anual de 8.6 y 7.5 por ciento respectivamente. Sin embargo, la inversión extranjera directa (IED) no ha corrido la misma suerte: la clasificación actual que emplea el INEGI permite un seguimiento consistente desde 1999. Desde entonces el crecimiento dela IED es de 3.9 por ciento anual (apenas de poco más de un tercio que el crecimiento de las exportaciones), pero el de la IED proveniente de los Estados Unidos apenas ha crecido a 1.9 por ciento (mientras que la canadiense lo ha hecho a 5.3 por ciento).

¿La apertura ha acelerado el crecimiento de México? Entre 1935 y 1981 México creció su economía a un ritmo cercano del 6.5 por ciento anual, entre 1994 y 2016 lo ha hecho a 2.4 por ciento. Con el TLC se prometió el ingreso de México al primer mundo, una gigantesca generación de empleo, la mejora en los salarios, el desarrollo tecnológico y mil maravillas más.

23 años después la informalidad sigue predominando, el poder de compra de los salarios es menor al de 1994, la investigación y el desarrollo tecnológicos representan un ínfimo 0.4 por ciento del PIB, la concentración del ingreso persiste como una de las más elevadas del planeta, la degradación ambiental es creciente, sólo unas cuantas empresas cubren la mayor parte de las exportaciones, la micro pequeña y mediana se encuentra cada vez más marginalizada, la violencia social es cada vez mayor, y más que globalizado México está cada vez centrado en una total dependencia económica ante los Estados Unidos. ¿Es ese nuestro éxito?, ¿Son las mismas personas, las mismas ideas, los mismos intereses y las mismas teorías con las que se va renegociar ahora lo que se negoció en 1994?... y contra qué renegociamos… ¿contra el recrudecimiento de la represión y la brutalidad contra nuestros hermanos de Centroamérica y de Haití?, ¿contra la flexibilización de las normas ambientales?, ¿contra concesiones fiscales cada vez mayores en favor de quienes diga el gobierno norteamericano?, ¿contra la aceptación de la deportación creciente de los migrantes mexicanos en Estados Unidos, pero eso sí, “que sea ordenada”?

@LIgnacioRM

 

DN/I