Adiós, Logan, adiós

Fue en 2000 cuando aparecieron por primera vez en el cine los X-Men gracias a Bryan Singer, y de inmediato Wolverine se convirtió en uno de los personajes favoritos.

Después de dos secuelas, dos spinoffs, una precuela y sus dos correspondientes entregas, Wolverine se despide de la pantalla grande de una manera digna con Logan, filme de James Mangold que ha rebasado las expectativas de todos.

Magistralmente encarnado por Hugh Jackman, nuestro antihéroe está en 2029 malviviendo de forma anónima como chofer de una limosina, mientras custodia al nonagenario Charles Xavier (Patrick Stewart). Este tono de tristeza y pesimismo cambia un poco cuando se cruzan con una niña mutante, Laura, cuyo origen será la clave.

A diferencia de sus antecesoras, Logan no es la típica cinta de los X-Men que sólo presenta un gran número de mutantes y sus constantes peleas.

Aquí vemos secuencias de acción en una mezcla de road movie con western, cuyo ritmo no es el habitual en las películas de superhéroes, es una historia compacta y con un trasfondo dramático que se incorporaran de manera fluida. Mangold es más contemplativo e intimista, olvídese de marearse con una cámara que no para de moverse.

Sin duda, tanto Mangold como Jackman sabían cómo querían concluir la historia, cada uno de los elementos que debían de seguir para lograr una cinta memorable, incluyendo el grado de violencia y su justificada clasificación C.

Y es que, efectivamente, es una película sangrienta en la que vuelan cabezas y brazos, pero lo que realmente impacta es la presencia de Laura, el personaje se beneficia del gran carisma y personalidad de Dafne Keen Fernández, quien es capaz de medirse con Jackman y Stewart e inclusive hasta les roba cuadro en varias ocasiones.

Es parecido a lo que sucede con Kirsten Dunst en Entrevista con el vampiro y Chloë Grace Moretz en Kick Ass, sin embargo, Dafne es mucho más joven que ellas, inclusive más pequeña que su mayor influencia: Natalie Portman en Asesino perfecto.

A diferencia de las cintas citadas, en Logan el personaje de la niña tiene mucho mayor peso y complejidad. Hay secuencias que realmente te quitan el aliento al verla luchar.

Pero la actriz hispano-británica no sólo destaca por su furia, también la profundidad de su mirada y su aparente paz son elementos elementales del filme. Adiós, Logan; hola, Laura.

@pablogarabito