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Osorio, en cuenta regresiva

A partir de mañana Juan Carlos Osorio entra en la etapa más decisiva como técnico de la Selección Mexicana de Futbol.

Cierto, el colombiano sobrevivió a la terrible tormenta que significó quedar como el entrenador que no supo plantear una buena estrategia para evitar la humillante goleada de 7-0 ante Chile en la edición pasada de la Copa América, la peor derrota hasta antes del lejano 6-0 en el Mundial de Argentina 1978 ante Alemania.

Luego de aquella caída, Osorio logró una importante victoria sobre Estados Unidos en calidad de visitante, pero sin olvidar que el trámite no fue sencillo y que el resultado se definió en la recta final con un sorprendente remate de cabeza de su jugador más veterano, el capitán Rafael Márquez.

Lo contraproducente es que días después de aquella gran versión ofrecida ante su enemigo más poderoso del área, ante Panamá exhibió más dudas que certezas, abriendo de nuevo las interrogantes que han acechado al estratega que insiste en mantener el concepto de la rotación de alineaciones, lo cual más que preocuparle al aficionado común y a los especialistas en los medios de comunicación, confunde a los integrantes de la selección al no tener la seguridad de quién va a jugar de un partido a otro.

En nuestro país somos muy afectos a olvidar pronto, y no hablo del 7-0 ya mencionado, sino de los procesos anteriores, caso concreto el de José Manuel de la Torre. Fue precisamente en el Hexagonal Final donde Chepo encontró el epílogo de su etapa como técnico que inició de forma brillante en 2011, y alcanzó su pináculo con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos para después irse en picada.

Osorio, además de volver a tener la obligación de ganar, debe convencer, y mañana ante Costa Rica y el martes contra Trinidad y Tobago tiene dos pruebas para confirmar que va por el camino correcto rumbo al Mundial de Rusia 2018.

En caso contrario, deberá soportar un alud de críticas por aferrarse a convocar jugadores mediáticos que militan en Europa pero que no pasan por su mejor momento, como Guillermo Ochoa con el Granada o la necedad de llamar a Carlos Vela, de quien nunca se sabe si de un día a otro abandonará la concentración por motivos de carácter personal. Otro es Carlos Salcedo, quien no es tomado en cuenta con la Fiorentina de Italia.

@ofares72