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Regresan McCartney y Costello

(Foto: Especial)

En un afán de ofrecerle al consumidor un producto físico coleccionable que genere un incentivo extra a los fanáticos, además de renovar el sonido acorde a las exigencias digitales. Paul McCartney se ha propuesto editar sus trabajos anteriores para deleite de sus seguidores. Después de la remasterización de Tug of war y Pipes of peace el turno es para Flowers in the dirt, álbum que salió a la luz en 1989 y considerado uno de sus mejores trabajos en solitario.

Aclamado por la crítica, este trabajo constituyó para Paul el pretexto para formar una banda, regresar a los escenarios después de 15 años, iniciar con el pie derecho una nueva década y, sobre todo, olvidarse del fracaso del disco Press to play, un disco vacío de melodías, en que incluso hay temas en los que no toca el bajo. La renovación era obligada.

Con la autoestima en mínimo, McCartney debía rodearse de músicos entusiastas que desde los Wings no tenía, como Robbie McIntosh, Hamish Stuart, Chris Whitten y Paul Wix Wickens, este último aún forma parte de la banda de Macca ejecutando los teclados. Pero sobre todo, requería un colaborador que le inyectara un sonido joven. No había vuelto a tener un socio musical desde la época de los Beatles. John Lennon es insustituible. Denny Laine, en los Wings, fue sólo una comparsa.

El elegido fue Elvis Costello. La colaboración arrojó un puñado de temas de una calidad melódica indudable, como el sencillo My brave face que se colocó en primer lugar de ventas. You want her too, un dueto que recuerda la dinámica de la canción beatle She´s leaving home; Don't be careless love, That day is done e incluso la asociación arrojó un track para el disco de Costello, su éxito Veronica.

Flowers in the dirt reunió a un grupo de artistas que garantizaba de ante mano que el disco no pasara desapercibido. En la exitosa balada Put it there a George Martin en los arreglos; Figure of eight, Rough ride y Distraccions al ingeniero del disco Abbey Road, George Emerick; That days is done a Nicky Hopkins, tecladista que colaboró con The Beatles en Revolution y David Gilmour en un memorable solo de guitarra en We got married.

El diseño de la portada y todo el material que acompañaría la subsecuente gira fue obra de Brian Clarke. Y el mensaje de los videos promocionales fue de nostalgia, de aceptación del pasado Beatle. Fue la primera ocasión, desde la ruptura Beatle, que McCartney regresó a los escenarios usando su mítico bajo Hofner.

Flowers in the dirt fue una explosión creativa, un disco que ha envejecido bien y un reclamo comercial de la inagotable máquina registradora de McCartney. No sólo las canciones oficiales vendrán incluidas en todos los soportes existentes, también incluirá dos discos con las versiones primigenias de los temas en colaboración con Elvis Costello, un DVD con los videos promocionales y el documental Put it there. Bajo el argumento, que esto no es sólo dinero, la nostalgia acompaña el lanzamiento con un tiraje mínimo para coleccionistas de un casete con tres demos del disco. Toda una declaración de intenciones. La pregunta clave es que si esta medida resucitará un formato olvidado.

Colaboración especial de Alejandro Aquino

Músicos

Flowers in the dirt reunió un grupo de artistas que garantizaba de ante mano que el disco no pasara desapercibido

Extra

El disco no sólo tiene las canciones oficiales, también incluirá dos discos con las versiones primigenias

 

HJ/I