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Brasil, prácticamente en Rusia, al golear 4-1 a Uruguay

(Foto: AP)

Con un Neymar exuberante y una noche soñada del volante Paulinho que anotó tres goles, Brasil quedó virtualmente clasificado al Mundial de Rusia 2018, al vencer el jueves con claridad, de remontada, goleada y a domicilio 4-1 a Uruguay.

Brasil, el único país que ha jugado todas las Copas del Mundo, no tiene garantizada en forma matemática su invitación al próximo certamen. Pero podría ir cotizando el viaje a Rusia, tras llegar a 30 puntos, con los que lidera la eliminatoria, siete por encima de Uruguay, su más cercano perseguidor.

"Fue un partido histórico por la victoria, no por el tanteador", dijo Tite, el director técnico brasileño, felicitado una y otra vez por la prensa de su país en la conferencia tras el partido. "Vencer aquí, en Uruguay, es muy difícil. Yo nací muy cerca de aquí, en Rio Grande do Sul, donde nos conocemos mucho, tenemos hábitos parecidos y competimos mucho. Jugar aquí y vencer es muy difícil. Hay una atmósfera y una energía muy fuerte. El nivel de concentración tiene que ser muy alto".

Tite dijo sentirse feliz, no por la goleada sino por el desempeño de su equipo durante los 90 minutos, por "la capacidad de absorber un gol, salir de atrás y continuar jugando con una propuesta, con una idea".

"Más que controlar a Uruguay, el equipo lo dominó", afirmó.

Durante la conferencia de prensa, un periodista brasileño le dijo al entrenador que el pueblo de su país lo ama a raíz de haber devuelto su selección a una senda de victorias, pero Tite no perdió el tono calmo y modesto: "Si quieren perfección que busquen a otro, porque yo voy a errar".

Uruguay comenzó ganando con un gol de penal de su goleador Edinson Cavani, que toda la noche exigió a la defensa brasileña, aunque terminó exhausto por falta de acompañamiento en el ataque. El penal se generó en una pelota que propio Cavani robó en el área brasileña y obligó a que el portero Allison le cometiera falta.

Pero la alegría de los "Celestes" duró poco.

Un arranque de Neymar, dejando rivales por el camino, terminó con un pase a Paulinho, el volante que juega en la liga de China, quien fusiló al portero uruguayo Rodrigo Silva con un fortísimo e inatajable tiro desde fuera del área.

La primera mitad concluyó igualada 1-1, pero Brasil siempre dejó la sensación de dominar la pelota y el juego.

No extrañó entonces que cuando transcurría el minuto 51, otra vez Paulinho volviera a anotar, tras aprovechar un rebote dado por el portero Silva, que había contenido a medias un remate del delantero Firmino.

Luego llegó un golazo del mejor jugador de la cancha, Neymar, que dejó tirado en el piso al zaguero uruguayo Sebastián Coates y luego levantó la pelota por sobre el portero Silva, para que esta entrara con mansedumbre por tercera vez al arco uruguayo.

Coates no pudo en toda la noche con Neymar, recurriendo una y otra vez a las faltas para intentar detenerlo.

Y como si faltaran lujos, Paulinho cerró la cuenta en los descuentos con un gol de pecho.

"Ni en mis más grandes sueños soñaba con meter tres goles aquí", confesó Paulinho tras el partido.

El director técnico uruguayo Oscar Washington Tabárez destacó la "fortaleza defensiva y la contundencia de ataque" de Brasil, pero dijo que su equipo cometió muchos errores de marca.

"A veces estos golpes tan duros dan una visión más profunda de dónde estamos", agregó.

A cinco fechas de que concluya la eliminatoria, Brasil ostenta una delantera de 10 unidades sobre Ecuador, quinto y poseedor por ahora del boleto al repechaje. Se necesitaría una debacle difícil de imaginar para que la "verdeamarela" se hundiera por debajo de esos lugares, sobre todo si se toma en cuenta que el resurgir del fútbol brasileño en los últimos meses ha sido sorprendente.

Apenas dos años y medio atrás, la selección era humillada en casa al recibir una histórica goleada de 7-1 frente a Alemania, en las semifinales de la Copa del Mundo 2014.

La clave del cambio ha sido Tite, quien tomó la conducción de la selección cuando Dunga fue despedido. Brasil ganó los siete partidos que disputó en las eliminatorias bajo la dirección del nuevo entrenador. En estos partidos, anotó 22 goles y recibió apenas dos.

Uruguay hasta ahora había ganado los seis partidos que había jugado como local en el Centenario, en los que había recibido solo un gol.

Los "Celestes" sintieron la ausencia de su máxima figura, su goleador Luis Suárez, suspendido por acumulación de tarjetas amarillas. Por idéntico motivo, tampoco alineó a su portero titular, Fernando Muslera.

"Soy consciente de que Uruguay perdió mucho sin Suárez", dijo Tite, pero remarcó que eso no rebajaba en nada los méritos de sus jugadores.