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El 'Tri' se impone a Costa Rica por 2-0

(Foto: Notimex)

Cada vez que Costa Rica pisa la cancha del Estadio Azteca es imposible no evocar el llamado Fantasma del Aztecazo. Algo muy similar a lo que sucede en Brasil con el espíritu maligno que acecha en Maracaná cuando lo visita Uruguay.

Aquella derrota que le propinó la selección tica al Tricolor sucedió en junio de 2001, es decir casi 16 años atrás, y se sigue recordando como si hubiese sido ayer.

Sin embargo, en esta ocasión, supo manejar sus emociones, fue práctico y venció 2-0.

En los inicios del juego apareció en la cancha un binomio que se gestó en las Fuerzas Básicas de Chivas más de diez años atrás. Carlos Vela se reconoció  de inmediato con su viejo socio en el Rebaño: Javier Hernández.

Al minuto 7, Vela se convirtió en ese jugador que se quisiera ver siempre y no por lapsos. El delantero de la Real Sociedad asistió a Chicharito en el área, avanzó y aguantó la salida de Keylor Navas a quien le pasó el balón por arriba para abrir el marcador e inscribir el 1-0 que otorgaba confianza.

Con el gol, Hernández por fin pudo igualar la marca de Jared Borgetti al alcanzar los 46 goles y colocarse junto al sinaloense como el máximo anotador en la historia de la selección nacional.

Pero el Tricolor en lugar de apretar y arrinconar más a su rival, entró en zona de confort y le cedió la iniciativa a su rival que agradeció el gesto generoso y comenzó a pisar la zona mexicana por lo que al 12´ Calvo remató a placer. Para su mala fortuna, Ochoa apeló a sus buenos reflejos y atajó el cabezazo.

Al percatarse de la presión tica, México enfrió las acciones con la circulación lenta del balón de manera lateral para contener y desesperar a su rival.

Vela volvió a acordarse de su talento y recurrió a su potente disparo fuera del área para sorprender al guardameta del Real Madrid, pero Navas desvió de manera espectacular al 17.

Minutos después el juego entró en una batalla fuerte por el control del balón sin un claro dominador, pero cuando Bryan Ruiz tomaba el balón le daba lucidez a su equipo y trasmitía la sensación de peligro en México.

Cuando no había nada claro, llegó el acierto de un remate de cabeza de Néstor Araujo y una pésima recepción de Navas, a quien se le escurrió el balón entre las manos para el 2-0.

El escenario era perfecto para buscar una ventaja más amplia en el segundo tiempo, por lo que Osorio mandó a la cancha a Damm por el inadvertido Peralta, pero no surtió efecto, y la lesión inesperada de Javier Hernández que obligó al ingreso de Raúl Jiménez disminuyó el poder ofensivo.

Costa Rica, por su parte se esfumó, y solo tuvo destellos discretos con desbordes de Bryan Ruiz, pero no prosperó, y por lo pronto México ha dado un paso más rumbo al Mundial de Rusia 2018, pero dejando la sensación de que pudo ser un triunfo más aplastante y quedó muy corto.

 

HJ