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FOTOGALERÍA: Celebraron al teatro para niños en Guadalajara


Ayer, parte del monumento de Fernando González de Gortázar que se encuentra en la avenida Alcalde, La torre de los cubos, fue ocupada por los niños y convertida de pronto en un juego gigante para escalar y para dirigir órdenes de juego. Esta escultura construida en los primeros años de la década de los 70 era el lobby para los niños de varias edades y estratos sociales –había niños en situación de calle que también se unieron a la fiesta–, que esperaban su entrada al teatro Alarife Martín Casillas.

Fue en el escenario de esta construcción que varias compañías locales celebraron con su público el Día Internacional del Teatro Infantil con un maratón que incluyó puestas para todas las edades: iniciaron por la mañana con la obra de Piecitos de Susana Romo, dirigida a niños de 0 a 3 años y culminaron con Inmolación, bajo la batuta de Fausto Rodríguez para adolescentes de 12 a 18 años.

A las 11, 14, 16, 18 y a 20 horas hubo una obra distinta.

El turno de ¡Qué difícil ser un monstruo! fue a las 16, una puesta en escena para niños de 5 a 12 años que habla sobre los vastos miedos que cultiva un niño llamado Timmy y, en un mundo paralelo, Polo, un monstruo adorable.

La obra es dirigida por Gabriela Pescador del Colectivo Teatral Pies Hinchados en colaboración con el grupo Más Teatro. Valentina, de ¡Qué difícil ser un monstruo!, interactuó con el público en busca de la carpa de las aberraciones. Las risas y los gritos se hicieron presentes en el público que pedía a los personajes, muñecos y títeres que vieran hacia allá o hacia acá, que no creyeron las mentiras de los villanos y que pusieran atención a lo que hacían los otros objetos que cobran vida arriba del escenario.

Durante una hora, así, los actores mandaron un mensaje de valor y una propuesta escénica centrada en los sueños, a los más pequeños acompañados por sus familias. Aunque no todas las butacas del Alarife estaban, sí hubo una asistencia de alrededor de cien personas a esta función de media tarde.

Estefanía Lagos, Luis Córdova, Arlen Larios y Alberto Magaña, parte del elenco de esta puesta, al final de la obra y después de los aplausos, dirigieron un mensaje a la audiencia, en el que Córdova leyó un texto sobre Francisco Hinojosa, uno de los padres de la literatura para niños en México, en el que señaló, sobre todo que la dificultad de las manifestaciones dirigidas a estas audiencias, se encontraba sobre todo en llevar un mensaje bien compuesto estéticamente y “que mantenga un clima de esperanza en los niños y a las niñas”

Esta obra se estrenó el año pasado en Guadalajara, de donde provienen todos los que forman parte del elenco y, tan solo el mes pasado vendieron todas las entradas para una función en el teatro Jaime Torres Bodet.

Durante las horas siguientes del maratón, las familias entraban y salían del teatro, para que los niños volvieran a ocupar la obra de Gortázar Gortázar entre otras varias actividades recreativas que las compañías prepararon para ellos.

Hasta las ocho de la noche los asistentes al teatro abandonaron las instalaciones cercanas al Alarife Martín Casillas, fueron ellos, los que llenaron las butacas, los protagonistas de esta celebración.

EH/I