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Fracasa el plan de apoyo de la iglesia

Motivo. Familiares temen el riesgo que implica sacar a la luz este tipo de casos, asegura representante católico. (Foto: Grisel Pajarito)

Luego de que hace siete meses el arzobispo de Guadalajara, Francisco Robles Ortega, diera a conocer una red de apoyo en la Iglesia católica para publicar en cada parroquia los nombres de las personas desaparecidas y ayudar con su localización, ayer informó que no tuvo la respuesta esperada por parte de los feligreses, ya que por miedo muchos de ellos prefieren mantener en el anonimato sus historias.

“No fue lo que nosotros esperábamos en el sentido de que la gente acudiera a dar su nombre, existe una gran desconfianza por parte de las personas que viven estos eventos por el riesgo en que creen poner a la persona desaparecida o algún otro miembro de su familia, entones puedo decir que eso no prosperó tan formal y concretamente como nosotros lo propusimos”.

“No acudieron los familiares, a lo sumo acudieron a pedir oración, pero sin dar los nombres ni todos los datos que se requerían”, reconoció.

La idea original del cardenal era que la gente que tiene a una persona no localizada se acercara ya sea al arzobispado o a una de las parroquias a facilitar los datos de su familiar con miras a conformar una base de datos, la cual pudiera ser exhibida en las parroquias de manera permanente.

Además, este esfuerzo serviría también para que la iglesia contara con un registro de sucesos de esta naturaleza, para alzar la voz y generar presión a las autoridades en las labores de búsqueda y localización de quienes fueran privados de su libertad.

Esta iniciativa fue publicada el 14 de agosto en la editorial del rotativo de la arquidiócesis, el Semanario, en el que Robles Ortega dio a conocer a la feligresía que la iglesia ponía a su disposición dicho servicio de registro de datos para ayudar con difusión y visibilización de casos de desapariciones.

También formaba parte de la propuesta un acompañamiento cristiano a los familiares de las personas no localizadas, así como apoyo sicológico y orientación jurídica, pero a pesar de que se trataba de una iniciativa sin precedentes en la Iglesia católica respecto a un tema como las desapariciones, ayer el cardenal lamentó que no haya dado resultados a siete meses de su anuncio.

“Ante el drama que enfrentan miles de familias por la desaparición forzada de sus seres queridos, la iglesia se solidariza con su preocupación y, al unísono, exige a las autoridades que escuchen los justos reclamos, que localicen su paradero e informen verazmente, al tiempo que invita a todo el pueblo de Dios a orar por el esclarecimiento y hallazgo de los no encontrados, y a solidarizarse con los demandantes”, declaró entonces al dar a conocer su iniciativa.

“Hay que estar atentos a los no encontrados. Sabemos del tema, que es muy grave, y se sabe de no pocas y frecuentes desapariciones en diversos lugares como La Barca y la zona de la Ciénega, la región Valles, en la parte norte del estado, aquí o allá. No vamos a enjuiciar, no vamos a ponerles etiqueta, pero la verdad es que en muchas familias hay un dolor por la ausencia forzada de alguno de sus miembros”, agregó en la publicación del año pasado.

Iniciativa

La iglesia anunció su apoyo el año pasado a través del Semanario, su publicación impresa; la intención era formar una base de datos y tener elementos para alzar la voz ante las autoridades

EH/I