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Entregan comedia sin máscaras

DESNUDOS. Los comediantes admiten que es un gran reto actuar sin escenografía, vestuario y compañeros, por lo que todo está en su guion y su talento para hacer reír. (Foto: Grisel Pajarito)

Esta vez no hay personaje que los salve, que los arrope o que ayude para el chiste. Ahora son cinco comediantes al desnudo, por lo que un micrófono, un buen timing y las risas del público hacen la magia: se trata de Mascabrothers Standopados.

Freddy y Germán Ortega, Mau Jalife, Jurgan Jacobo y Claudio Herrera unirán su creatividad en dos funciones que ofrecerán en el Teatro Galerías.

“Es la oportunidad de ser tú. Sin una voz diferente, sin risas fingidas, sin vestuario que te proteja. Fue volver a reencontrarnos con el escritor que llevamos dentro y crear tu propio material”, comentó Fredy Ortega.

Es la primera vez que los Mascabrothers ingresan al stand up, después de décadas de dedicarse a la comedia y a escribir guiones para programas como Otro Rollo.

“Nos asombra ver que la gente sale encantada. En Saltillo fue una experiencia maravillosa, se acabó la función y como rockstars, el público se dejó venir, pedían fotos, se subieron al escenario, es otra manera de vivir la comedia y nos encanta”, añadió Freddy.

Cada comediante hace una rutina de 20 minutos, y si alguien ya abordó un tema, los otros cuatro ya no lo retoman para que el show sea fresco y variado.

En las rutinas, la política casi no se toca, más bien temas personales, de cosas que quizá les daba pena platicar o incluso de sus miedos. Confiesan que es una catarsis. Quién inicia y quién termina cada función no es cuestión de egos, y en cada ciudad van cambiando los turnos.

“Por ejemplo tuve que aceptar que soy chavo ruco, me costó años aceptarlo. Y también quiero un hijo gay, porque son quienes más quieren a los papás y de viejitos te quieren y te dan sopita cuando estás decrépito”, dijo Mau Jalife.

“Yo hablo del fracaso de mi matrimonio”, explicó Claudio Herrera, “del divorcio, de cómo es la vida ahora de padre soltero, también hablo de cosas que me dan miedo en este mundo, y de todo lo que está prohibido, ya ves que ahora hay campañas de todo, ya quitaron la sal de los restaurantes y ahora van por el azúcar, y hasta los popotes, la comunidad gay ya no puede comer arroz”.

Coinciden que el guion de su rutina es en gran medida la garantía de que gustará su show.

“Tu guion se va armando en todos lados, por ejemplo, un día imaginé qué pasaría si la gente escuchara todo lo que pasa en un baño. Lo interesante del stand up es que no tienes escenografías, no hay nada más que tu presencia y tú vas creando los escenarios con tu relato y la gente se imagina el lugar donde estás”, comentó Germán Ortega.

“Cuentas sólo con 20 minutos y debes tener timing hasta para, con humildad, parar las risas, porque la risa es un personaje más y extiende tu participación”.

Cuando están juntos no paran las risas y uno le completa la idea a otro. Dicen que lo que les da tristeza es hablar de los hijos (claro, en tono de broma).

 “Yo hablo de Valentina. Mi hija tiene una enfermedad degenerativa que se llama adolescencia. Así que siempre se queja ‘ya, apá’, me sube los ojitos, y aunque la amo, te dan ganas de darles un trancazo. En mis tiempos, mis papás me daban un estate aquí, y ahora hasta te pueden demandar”, dijo Jurgan Jacobo y Germán añadió, “yo sí quiero demandar a mi jefa, me hizo daño psicológico y terminé de comediante”.

En los pocos momentos serios de la entrevista, los Mascabrothers hablaron del cariño que tienen a Guadalajara y al Teatro Galerías.

“Queremos oír rugir el Galerías. Este teatro es muy importante para nosotros, la primera vez que nos atrevimos a presentarnos apenas y llenamos cinco filas, y cuando ya éramos Mascabrothers se volvió una obligación llenarlo y siempre hemos contado con la bendición de que sea así”, explicó Germán.

“Este show lo merece, nosotros hemos venido con otros espectáculos siempre rodeados de gente súper talentosa y gracias a ellos lucimos, y ahora estamos rodeados de tres increíbles standoperos a los que les aprendemos todos los días”.

Hora de reír

  • Mascabrothers Standopados
  • Jueves 30 de marzo
  • Teatro Galerías
  • 19 y 21 horas
  • Boeltos de $250 a $500

 

HJ/I