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Las elecciones francesas

Un expresidente del Comité Económico y Social de la Unión Europea, Roger Briesch, definió a Europa como un “gigante económico” y un “enano político” ante la no aprobación de una Constitución Política para la región.  Efectivamente, lo que ha parecido ser un éxito en términos de inversión, comercio regional, moneda común, migración interna, desarrollo tecnológico y hasta en algunos programas sociales, no lo ha sido en términos de una mejora social generalizada ni en una distribución de la riqueza más equitativa. Las sociedades se han polarizado, han existido algunos pocos grandes ganadores en cada país, paro también se han presentado grandes grupos perdedores, especialmente en términos de prestaciones sociales, sentimiento de seguridad y certeza en el futuro. En ese contexto, diversos grupos ultranacionalistas han hecho su agosto echándoles la culpa a “los otros”, a las otras naciones y a sus poblaciones, espacialmente a las y los más pobres.

La primera gran amenaza a la Unión Europea provino de Grecia, ante el riesgo de que saliera de la Zona Euro, el Grexit, en el 2009. La crisis económica griega, acompañada de una gran déficit y problemas para pagar su deuda, generó un gran recelo reciproco, de los griegos ante los grandes dueños de las finanzas y a la inversa. Finalmente, no había sido el pueblo griego el beneficiario de la gran especulación, pero fue al que le ha tocado pagar las consecuencias.

La segunda amenaza es mucho más reciente. El 23 de junio del 2016 la Gran Bretaña decidió, en una votación extremadamente dividida, salir de la Unión Europea. El Reino Unido nunca perteneció a la Zona Euro, pero sí participaba de la mayor parte de los mecanismos de integración continental. Los ingleses y galeses decidieron salir, pero los londinenses y los jóvenes querían continuar, a diferencia de la población rural y la de mayor edad. Los escoceses y los irlandeses también quieren continuar y el Reino Unido se convirtió en Reino Dividido.

La actual amenaza es mucho más extrema, Francia es junto con Alemania el centro de la Unión Europea y constituye su origen, a partir del acuerdo sobre el acero y el carbón impulsado por el presidente Charles de Gaulle y el canciller Konrad Adenauer en 1951. Alemania constituye la cuarta economía del planeta (luego de los Estados Unidos, China y Japón) y Francia la sexta (enseguida de la Gran Bretaña). Francia es clave en la zona Euro, en las fronteras comunes de Schengen (libre circulación de personas entre 26 países), en los acuerdos comerciales, de inversión, tecnológicos y sociales.

En caso de que Marine Le Pen triunfe en la segunda vuelta electoral francesa la Unión Europea se encontrará en grave riesgo de permanencia, con implicaciones continentales y globales de gran envergadura. Su contrincante, Emmanuel Macron representa una opción independiente a los partidos tradicionales, aunque proviene de sus mismas estructuras de poder. Exministro de Hollande, con una postura más bien conservadora, representa otra opción ante décadas de alternancia entre los partidos tradicionales, los gaullistas de centro derecha, y los socialistas de orientación social-demócrata.  Le Pen y Macron expresan el desencanto ante el desprestigio de las fuerzas que tradicionalmente tenían el poder luego de las presidencia de Sarkozy y Hollande.

@LIgnacioRM