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Penales en crisis

Crisis. Un motín en el Penal del Topo Chico en 2016 dejó 49 reos muertos y exhibió las irregularidades en el control del lugar. (Foto: Cuartoscuro)

El sistema penitenciario mexicano vive tiempos de crisis, en virtud de los constantes acontecimientos que ocurren cada vez con mayor frecuencia, resaltando que sólo nos enteramos de los más relevantes y que únicamente cuando el estado ya no pudo ocultar a los medios o a la sociedad algún problema es cuando lo socializan.

La gran mayoría de eventos de este tipo se deben a los altos niveles de corrupción que se tienen en todo el sistema penitenciario mexicano, lo que hace necesario no sólo la creación de un sistema nacional anticorrupción ya que considero que para poder obtener un cambio en el sistema penitenciario nacional mexicano, se requiere de un sistema que vigile de manera permanente la operación de estas instituciones y por ende de cualquier establecimiento de privación de la libertad, es decir, centralizado en el sistema penitenciario en virtud de que por la mayoría de ciudadanos es conocido lo que ocurre en el interior de estos espacios, pero nadie hace nada para minimizar o en su caso erradicar de fondo el grave problema que se tiene en estas instituciones; no sólo se requieren de políticas públicas, sino de mecanismos adecuados para detectar y acabar con esta problemática social.

Tema escabroso

Es importante mencionar que dificilmente algún autor va a escribir sobre este tema tan riesgoso; de igual forma, también para quienes nos interesamos en investigar estos temas se genera un escenario complicado para tal fin, todo ello, relacionado a los intereses que se tienen por estos espacios.

Por esta razón se requiere de propuestas estudiadas para la implementación de acciones encaminadas al combate a la corrupción en el sistema penitenciario mexicano.

Desde nuestro punto de vista, el hecho de que un director  de algún centro de privación de la libertad o en su caso algún gobernador de alguna entidad federativa reconozca que existe autogobierno en el interior de estos establecimientos, refleja inoperancia e incapacidad para dirigir la institución.

Se reflejaría lo contrario, cuando se estén proponiendo modelos que mejoren y desaparezcan este tipo de prácticas de funcionarios penitenciarios e incluso se realicen estudios para mejorar estas instituciones, es decir, se tenga voluntad para cambiar y mejorar los establecimientos de privación de la libertad en el país.

Todo tiene un precio

Este sistema es uno de los más vulnerables al problema de la corrupción, en virtud de que desde el ingreso se presta a este tipo de prácticas, desde la llegada al centro de reinserción social se le pregunta al reo ¿qué espacio prefieres? ¿uno tranquilo o de que tipo? Dependiendo de la respuesta del sentenciado se inicia con esta práctica, se dice que en algunas ocasiones se involucra al propio defensor, quien en su caso es quien le comunica las ofertas a los familiares, que son los que van a proporcionar el efectivo y que finalmente eligen el dormitorio .

Eso será solo el inicio, ya que si pensamos en el resto de espacios y servicios será el mismo ejercicio y todo tiene un precio.

Lo anterior es el resultado del por qué estos establecimientos son manejados por grupos de poder económico y delictivo en el país, lo que obstaculiza el fin primario de estas instituciones como lo es la privación de la libertad.

Asimismo es un obstáculo que influye de manera directa en la reinserción social, motivo por el cual tiene estrecha relación con el derecho penal, ya que al no existir la reinserción social, se tiene un círculo vicioso que influye de manera directa en la disminución de la comisión de delitos.

Por lo que, de igual forma, se dificulta el cabal cumplimiento del artículo 18 constitucional desde su primera parte del respeto a los derechos humanos, así como, el poder otorgar al sentenciado la oportunidad de capacitarse para el trabajo, brindarle educación, otorgarle una oportunidad de trabajo para que obtenga recursos, otorgarle los servicios de salud y garantizarle la práctica deportiva, ya que existe el riesgo de que le cobren por cada uno de los elementos que se establecen y garantizan la reinserción social y al final no va hacer nada en el interior del establecimiento. 

Fines políticos

Vale la pena mencionar que históricamente los espacios de privación de la libertad han sido utilizados para fines políticos, en virtud de que en cualquier momento se pueden generar motines, manifestaciones que exijan respeto, intentos de fugas, fugas y demás incidentes, muchos de ellos exigiendo la renuncia incluso de los directores.

En los 80, en el penal de Oblatos de Jalisco, se iniciaron eventos organizados por los internos, ahora llamados sentenciados, que orillaron a la construcción del complejo penitenciario de Puente Grande.

Ahora bien, no se puede descartar que los últimos acontecimientos que han sucedido en Nuevo León no tengan los mismos fines que los que se originaron en Jalisco, en el periodo de gobierno de Flavio Romero de Velazco: en el penal del Topo Chico no se ha podido controlar a los sentenciados y ahora se le han sumado los espacios de privación de la libertad de Apodaca y Cadereyta Jiménez, pues los sentenciados pueden servir de igual forma para manchar la imagen de algún político y con ello truncar sus aspiraciones.

Privilegios

Algo inadmisible es lo que han aceptado algunos funcionarios públicos penitenciarios de Tamaulipas que por acuerdos con los sentenciados tienen más de 10 años sin realizar revisiones al interior del establecimiento de privación de la libertad de Ciudad Victoria, no obstante que es obligación hacerlo al menos una vez a la semana.

La situación nos lleva a preguntarnos ¿cómo viven en el interior? ¿Cómo se da vigencia a lo establecido por el artículo 18 constitucional? Y así pudieramos generar muchas más interrogantes.

Ahora bien, si nos interesa conocer cómo viven basta con leer la no agradable anécdota que escribe José de Jesús Lemus Barajas, en su muy recomendable obra Los malditos, crónica negra desde Puente Grande (Grijalbo), quien estuvo recluido de manera injusta por tres años y cinco días en ese penal de máxima seguridad y nos relata sus experiencias en el interior, por supuesto nada de agradables sino al contrario; en la obra jamás comparte que en su estancia en el penal hubiese realizado alguna actividad para coadyuvar a la reinserción social.

Vale la pena pensar en realizar mayores estudios y propuestas para el mejoramiento de estos espacios, de igual forma, lo importante que es para la sociedad que estos espacios se traduzcan en cumplir con el objetivo para el que fueron diseñados, es decir, para brindar reeducación a quienes nos demostraron no respetar las normas establecidas por la sociedad.

No menos importante es recapacitar si el gasto que se destina para estos espacios será el más adecuado y si es el resultado que se tiene actualmente el que espera la sociedad.      

Artículo 18

-El sistema penitenciario se organizará sobre la base del respeto a los derechos humanos, del trabajo, la capacitación para el mismo, la educación, la salud y el deporte como medios para lograr la reinserción del sentenciado a la sociedad y procurar que no vuelva a delinquir, observando los beneficios que para él prevé la ley. Las mujeres compurgarán sus penas en lugares separados de los destinados a los hombres para tal efecto.

-Para la reclusión preventiva y la ejecución de sentencias en materia de delincuencia organizada se destinarán centros especiales. Las autoridades competentes podrán restringir las comunicaciones de los inculpados y sentenciados por delincuencia organizada con terceros, salvo el acceso a su defensor, e imponer medidas de vigilancia especial a quienes se encuentren internos en estos establecimientos. Lo anterior podrá aplicarse a otros internos que requieran medidas especiales de seguridad, en términos de la ley.

Tamaulipas

-En menos de un mes, en el penal de Ciudad Victoria se registró una fuga masiva y un enfrentamiento

-El 29 de marzo, 29 reos se fugaron; 11 no han sido recapturados

-Excavaron un túnel sin que supuestamente nadie se percatara

-Funcionarios y custodios están en proceso de investigación

-El 17 de abril hubo otro motín con saldo de un muerto y cuatro heridos, entre ellos un custodio

Nuevo León

-El penal del Topo Chico tiene el récord del motín con más víctimas que se haya registrado en el país

-Ocurrió en febrero de 2016 y murieron 49 reos

-El 27 de marzo de este año, en el Penal de Cadereyta hubo otro motín con 4 muertos y 28 lesionados

-De acuerdo con Aldo Fasci Zuazua, asesor de Seguridad de Nuevo León, los penales del estado eran “una bomba de tiempo” que ya estalló

 -El hacinamiento es uno de los principales problemas: conviven sentenciados y procesados, así como los delincuentes comunes con los peligrosos

372 Centros penitenciarios estatales y municipales en el país

17 Centros penitenciarios federales

178 Penales estatales y municipales tienen sobrecupo

Alerta. El sistema penitenciario de Nuevo León fue puesto a prueba nuevamente el 27 de marzo, en el Penal de Cadereyta; un motín dejó 4 muertos y 28 lesionados.

Corrupción. La fuga de Juan José El Azulito Esparragoza Monzón, del penal de Aguaruto, exhibe presunta complicidad de mandos y custodios.

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JJR/I