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Sin rencores con ‘Tío Julio’

(Foto: Especial)

Una tarde de contrastes fue la que vivió el matador de toros guanajuatense Diego Silveti el domingo durante su presentación en la Feria Nacional de San Marcos. Indulto y grande cornada, ese fue el resultado, pero a decir del coleta mexicano, nunca una cornada le supo tanto a gloria.

Jaral de Peñas le dio a Diego esa tarde anhelada del domingo. Asegundó, y una vez más el más joven de la dinastía Silveti consiguió el máximo triunfo que un torero puede tener.

“La verdad estoy que no quepo de contento. Fue una tarde de muchas emociones, de dolor convertido a triunfo, de soñar con el toreo; fue una tarde llena de muchas emociones”, comparte en exclusiva Silveti para NTR Guadalajara.

Tío Julio, de la dehesa de Jaral de Peñas, asegura Diego, “es un toro de esos que se quedan en la memoria para siempre. Si hubiese algo que decirle sería gracias, por esa entrega, por esa bravura, por esa nobleza, por haber compartido el triunfo juntos: él (el toro) con su casta y la vida perdonada, y yo con la salida a hombros de una plaza como Aguascalientes”.

Herido, pero feliz

Diego Silveti fue herido por Tío Julio en la parte posterior del muslo. Hoy, encamado y recuperándose de la cornada, Diego espera recibir pronto, quizá mañana, el alta médica para volver a su proceso de recuperación en casa.

El parte médico final fue: “Herida por asta de toro en la región postero interna en tercio distal del muslo izquierdo con dos trayectorias: la primera de 10 centímetros hacia arriba y la segunda transversa de 25, con disección muscular y dos hernias de fascia muscular, atravesando el muslo totalmente”.

Diego, a pesar del fuerte dolor, jamás dejó de torear, y narra: “Sentí la cornada, había dolor, como es evidente, pero mi raza y las ganas de triunfar fueron más grandes, había que estar en ese plan, y las cosas salieron como quisimos. Un torero no debe rajarse nunca”.

El triunfo en Aguascalientes podría abrir aún más la agenda de Silveti en lo que resta del año.

“San Marcos es una feria donde los ojos de todo el mundo taurino están puestos. El triunfo repercute, y esperemos que así sea”.

Una tarde redonda

Diego Silveti obtuvo el triunfo paralelo a Andrés Roca Rey, quien convirtió prácticamente en un manicomio a toda la plaza con su afición hidrocálida en una actuación por demás destacada, de la que cortó como cosecha dos orejas de mucho mérito y peso.

“Creo que fue una tarde muy especial no sólo para los toreros, sino para el ganadero, la afición, la empresa. Roca es un torero de muchas capacidades, que aprieta fuerte, pero el domingo se nos dieron las cosas, logramos una vez más triunfar con un indulto y eso nos llena de satisfacción. Es parte de ese proceso de consolidación que estamos buscando”, comentó Silveti. Edgar Flores

EH/I