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Sin voto, ¿habrá más dinero?

Vendrán los días decisivos para la iniciativa que promueve Wikipolítica y es abanderada por los diputados de Jalisco Pedro Kumamoto Aguilar y federal Manuel Clouthier. Sin embargo, el vacío que le han hecho los partidos políticos hace pensar que tendrá un camino legislativo difícil y que es prácticamente imposible pensar que esté lista antes del proceso electoral.

La iniciativa se basa prácticamente en la modificación de la fórmula a través de la cual se calcula el dinero que reciben los partidos políticos, la cual, según la Constitución, consiste en multiplicar el número de ciudadanos inscritos en el padrón electoral por 65 por ciento de la unidad de medida (antes el salario mínimo).

Los dos elementos, padrón y unidad, aumentan regularmente e, incluso, si en el caso del padrón hubiera una disminución, sería mínima. En el caso del padrón, juega a su favor que la credencial de elector es la identificación más común entre los mexicanos, por lo que el ciudadano regularmente está interesado en inscribirse aunque no esté dispuesto a acudir a votar. El otro factor, la unidad de medida, se ajusta anualmente. Es decir, los partidos nunca pierden.

Cuando esta reforma electoral se aprobó, el argumento de los partidos políticos fue cerrar la puerta a los excesos en los recursos que ingresaban a las campañas y, sobre todo, evitar que llegara a las mismas dinero proveniente del crimen organizado. Ninguno de los objetivos se logró.

En cada proceso electoral, el financiamiento que reciben los partidos es prácticamente insignificante con relación al dinero que se destina a la promoción del voto. Incluso, hay partidos políticos que dejan los recursos que reciben para su gasto operativo, entregan una cantidad insignificante a sus candidatos y se hacen de la vista gorda con la forma que elijan para financiar sus campañas.

Además, especialmente en el caso de las campañas a alcaldes de ciudades importantes o a gobernador y presidente, los montos reales que se gastan superarían incluso los recursos que recibe el partido para todo el año.

Lo que podemos concluir entonces es que la fórmula que se estableció para calcular el dinero que reciben los partidos políticos lo único que hizo fue convertir a estas instituciones en una entidad burocrática más, con una nómina irreductible, vehículos, gastos de representación y gasto corriente pagado con dinero de los ciudadanos.

Todo lo anterior, con el agravante que no son montos menores, pues significó un incremento de más de 500 por ciento con relación al esquema anterior de financiamiento público.

La propuesta de Wikipolítica plantea ligar el monto que reciben los partidos políticos al voto de los ciudadanos. Una fórmula que para cualquiera sería más justa. En México participa en las elecciones menos de la mitad de los ciudadanos inscritos en el padrón, y hay partidos políticos que mantienen siempre su registro por alianzas o con porcentajes apenas cercanos a lo que marca la legislación.

El problema es que todo esto no tendría por qué interesar a los partidos políticos. ¿Por qué habrían de trabajar para recibir menos dinero? En el discurso, hemos visto a los partidos políticos, especialmente los llamados grandes, respaldar las propuestas de reducción. Incluso, en Jalisco el gobernador Aristóteles Sandoval presentó una iniciativa para que los partidos no reciban dinero fuera de los procesos electorales. Sin embargo, en la práctica, prefieren no mover un dedo.

Wikipolítica, a través de su sitio en Internet y con diversas acciones, ha lanzado una campaña de promoción de la propuesta. Es, al menos, una oportunidad ciudadana de exigir colectivamente y levantar la voz.

GT